dossier • Agilidad operativa (capacidad de explotar interdependencias entre dominios y crear ventanas de oportunidad). • Agilidad industrial y de adquisición para seguir el ritmo de las innovaciones (la industria avanza en tecnología mucho más rápido de lo que el gobierno puede atender). • Dominio de la información, lo que conlleva a la necesidad de mejorar la capacidad ISR. Plataformas y receptores deben estar conectados en red para acelerar el proceso de toma de decisiones a tiempo casi real y enfrentar al enemigo en el momento adecuado). • Y lo más importante, un profundo cambio de cultura que permita la ejecución impulsada mediante una formación adecuada y un liderazgo eficaz. En lo que respecta a la continuidad de los dominios, en referencia a los estudios del doctor Jeffrey Reilly1, señala que la continuidad de dominios es una relación interconectada entre seis dominios clave: el espectro electromagnético (Electromagnetic Spectrum, EMS), las cuatro dimensiones de espacio, aire, tierra y marítimo, y el humano. Así, siguiendo sus pasos, ofrece una posible definición de operaciones multidominio como «aquellas que reconocen oportunidades limitadas temporalmente y que, por su diseño, aprovechan las interdependencias entre dominios (creando múltiples dilemas en la mente del adversario), a través del acceso o control de segmentos clave de dominios dentro de la continuidad». Operaciones multidominio y poder aéreo En lo que respecta al poder aéreo y las MDO, señala tres aspectos fundamentales: – La misión primordial del poder aéreo, acceso y control. En lo que respecta al dominio aéreo, antes de cualquier actividad aérea debe alcanzarse la superioridad aérea, concebida mejor como una condición. Hoy continúa vigente en ambos sentidos, como nuestra primera línea de defensa y como condición de cualquier operación que precise libertad de acceso. Sin embargo, el período de superioridad aeroespacial que hemos conocido durante casi 25 años es una excepción histórica; alcanzarla ya no es fácil, ya que seguirá siendo cuestionada por el adversario. Siendo críticos, la aplicación clásica del poder aéreo ya no está en posición de superar los IADS modernos (del inglés, integrated air defense systems), considerando las cada vez mayores interdependencias entre dominios y los avances en defensa aérea (IADS, A2 / AD, nuevos radares) que erosionarán enormemente nuestra ventaja. La superioridad aérea en 2040 deberá tener en cuenta un espacio de batalla multidominio, en el que el aire, el espacio y el ciberespacio convergen. En este contexto, la misión primordial del poder aéreo se ha convertido en «fluidificar el sólido », a través de la persecución de efectos. De hecho, el aire, el espacio y el ciberespacio son entornos fluidos clásicos, en el sentido de que facilitan la progresión y, por tanto, la ofensiva. Sin embargo, el auge de las estrategias en contra del poder aéreo, mediante SAM y IADS de doble dígito, impide las ambiciones ofensivas del poder aéreo «solidificando el fluido». Por ello, 160 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Marzo 2019
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