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30 FERNANDO PUELL DE LA VILLA guarnición determinada. Al Ejército de Operaciones se le asignaba un contingente de 445.000 hombres, lo que suponía un notable aumento, encuadrados en los llamados Ejército Peninsular y Ejército Colonial. El Peninsular se estructuraba en tres líneas: la Primera articulada en ocho divisiones —una por Región Militar— con un total de 215.000 efectivos; la Segunda, también compuesta del mismo número de divisiones, agruparía 90.000 hombres, y la Tercera, concebida como Ejército Territorial, dotada con 60.000. El Ejército Colonial, encargado de la defensa y operaciones del recién creado Protectorado y las Plazas de Soberanía, encuadraría 80.000 hombres, incluyendo indígenas y voluntarios. La descentralización administrativa permitiría que las autoridades regionales, los gobernadores militares y los jefes de unidad gozasen de amplia autonomía en el manejo de sus fondos, “máxima aspiración del Ejército”. La localización de las pequeñas unidades orgánicas, aparte de disminuir los gastos de los traslados bienales, era la única manera de poder emprender un plan efectivo de mejora de los acuartelamientos, cuyo estado, al no ser clara la responsabilidad de su mantenimiento, era poco menos que ruinoso.48 2.2. Los proyectos del conde del Serrallo (1914-1915) El general Echagüe fue el ministro de la Guerra del gabinete Dato durante el bienio 1914-1915. Hombre sencillo y caballeroso, no venía precedido como su antecesor de un especial renombre reformista; sin embargo, su proyectada reorganización del Ejército es una de las más profundas y meditadas que han existido. No cabe duda de que ello fue debido a un hecho completamente ajeno a la voluntad del ministro: la iniciación de la Primera Guerra Mundial en el verano siguiente a su toma de posesión. Hasta su nombramiento, Echagüe había pasado inadvertido para civiles y militares. Comenzó a darse a conocer entre el gran público cuando autorizó que cualquier oficial pudiera dirigirse directamente al Rey, si previamente el monarca, por cualquier motivo, había entrado en contacto con él por escrito49. Esta simple cuestión de protocolo, inspirada en el artículo 1 de las Órdenes Generales para Oficiales de las Ordenanzas de Carlos III, era sumamente reveladora de las singulares relaciones que desde el principio de su reinado se habían ido estableciendo entre Alfonzo XIII y el Ejército50. 48 «Los proyectos militares del último gobierno», en LCM, 29 de octubre de 1913. 49 «Real Orden Circular de 14 de enero de 1914», en Colección Legislativa del Ejército (en notas sucesivas CLE), nº 6/1914. 50 Tusell, Javier: La España del siglo XX, Dopesa, Barcelona, 1975, p. 109. Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2019, pp. 30-44. ISSN: 0482-5748


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