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EL EJÉRCITO DE TIERRA EN TIEMPOS DE LA GRAN GUERRA... 31 La decisión levantó una enorme polvareda periodística, siendo tachada de inconstitucional por el órgano oficioso del conde de Romanones51, y desde luego por la prensa vinculada al Partido Socialista Obrero Español52. Y entre los militares, empezó a llamar la atención al reglamentar la provisión de vacantes en Baleares, Canarias y Marruecos, único antecedente del Real Decreto de destinos que el general Aguilera publicó en mayo de 1917, el cual solucionaría definitivamente esta espinosa cuestión.53 Una vez iniciada la guerra y ante la sorpresa del mundo militar, la Junta de Portavoces del Congreso de los Diputados difundió el 13 de noviembre de 1914 la siguiente nota oficiosa: Reunidos con el Sr. Presidente del Consejo, el Ministro de la Guerra y los representantes de todas la Minorías, expusieron éstos, como resultado de sus trabajos anteriores, la aspiración unánime de que el Presupuesto de Guerra se modificara radicalmente, corrigiendo de raíz en la sucesivo sus deficiencias, a fin de que la organización militar española responda con mayor eficacia a la defensa nacional. El Sr. Ministro de la Guerra, con el apoyo del Sr. Dato, contestó, exponiendo una serie de proyectos de reformas que, en su conjunto, constituye una reorganización suficiente a satisfacer las aspiraciones nacionales. En su vista, las oposiciones solicitaron y obtuvieron del Gobierno la promesa solemne de incluir en la Ley de Presupuestos un artículo en que se haga constar puntualizadamente el propósito de presentar en la próxima reunión de Cortes los Proyectos de Ley desarrollando las indicadas reformas.54 A este resultado se había llegado mediante un pacto entre el Gobierno y el escindido Partido Liberal para evitar el enojoso debate público de un presupuesto de Guerra que, a todas luces, resultaba insuficiente en un momento de la gravedad y transcendencia como el que estaban viviendo aquellos hombres. Las Cortes aprobaron los presupuestos presentados por Dato, pero el Gobierno se comprometió, en la misma Ley de Presupuestos, a que la situación hubiera mejorado antes del siguiente debate económico. La contrapartida de Echagüe fue anunciar la puesta en marcha de un conjunto de medidas que garantizase el que, en caso de que España se viera obligada a entrar en guerra, existiese la infraestructura defensiva imprescindible para que España no volviera a quedar relegada en las combinaciones bélicas de las potencias europeas precisamente por carecer de ella. 51 El Diario Universal, 20 de enero de 1914. 52 El Socialista, 27 de enero de 1914. 53 «Real Orden Circular de 28 de abril de 1914», en CLE, nº 74/1914. 54 ABC, 14 de noviembre de 1914. Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2019, pp. 31-44. ISSN: 0482-5748


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