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60 EMILIO DE DIEGO GARCÍA. MARÍA LUZ MARTÍN GÓMEZ “especialmente destinado al desarrollo de nuestra acción en Marruecos…”, el Alto Comisario entendía que la iniciativa sería beneficiosa y recomendaba que estuviera compuesto por soldados profesionales y oficiales voluntarios.30 Añadía, además, una valoración política de las posibles consecuencias que tendría el fracaso de la acción de España en Marruecos, pues decía: “…se trata de empresa en que está empeñado el honor nacional y que afecta por ello á la integridad de la patria … Todo ello, aparte de que perdida nuestra influencia en el Norte de Marruecos, veríase nuestra nación envuelta por otras más poderosa que acabarían por anular y aun extinguirla por completo…”. Aceptaba que aquel ejército siguiera el modelo de otros implantados por las grandes potencias coloniales. Aunque en el caso español había que conseguir que la opinión pública no obstruyera la propuesta.31 Por consiguiente, los principales organismos implicados estaban de acuerdo en la necesidad de que España contara, en el norte de África, con un ejército colonial, pero había que encajarle en el esquema general de la estructura militar de aquellos territorios. Igualmente, el Alto Comisario defendía “la conveniencia de que el Ejército de Africa se separe en absoluto del de la Península, considerándosele independiente para todos los efectos de organización é instrucción…”. En cuanto a los jefes y oficiales, compartiendo los criterios del EMC, exponía algunas matizaciones solicitando que fuesen voluntarios en su totalidad, con un compromiso de, al menos, cuatro años; y sólo si no hubiera voluntarios suficientes, se enviarían forzosos por un plazo de dos años. No deberían ir a África los oficiales más modernos pues, consideraba, que no eran los adecuados para mandar un ejército en pie de guerra. Una de las diferencias de criterio más importantes respecto al EMC era la propuesta acerca de que aquellos jefes y oficiales continuaran formando parte del escalafón general.32 30 “…CONVENIENCIA DE SU ORGANIZACIÓN.- sin duda reportará grandes beneficios á la Nación y al desarrollo de nuestra acción en Africa, la creación de un Ejército compuesto exclusivamente, ó en gran mayoría de Jefes, Oficiales, clases é individuos de tropa voluntarios, habituados á este clima y prácticos en la manera de tratar y combatir á este enemigo, por lo cual conviene, á juicio del General que suscribe, que su organización se una hecho cuanto antes; … el ejército que trata de organizarse…”. 31 “…La experiencia aconseja el empleo en estas lides de carácter permanente, de soldados profesionales que, por razón de su más larga estancia en filas … ofrecen la posibilidad de evitar, siquiera sea en parte, ese constante y plañidero clamoreo de la opinión que tanto dificulta el mando, y ha contribuido á entorpecer nuestra labor en Marruecos…”. 32 “…RELACIÓN QUE ESTE EJÉRCITO DEBE GUARDAR CON EL DE LA PENÍNSULA.- PROCEDENCIA DE SUS JEFES, OFICIALES Y CLASES.- La misión especial de este Ejército, al requerir la especialización de cada uno de sus componentes, hace poco conveniente que formen éstos un todo común con los similares de la Península puesto que no les serán aplicables la inmensa mayoría de las disposiciones generales que dicten para organización, instrucción y régimen interior. … se deduce la conveniencia de que el Ejército de Africa se separe en absoluto del de la Península, considerándosele independiente para todos los efectos de organización é instrucción, sin perjuicio de que caso de necesidad uno y otro coadyuven…”. Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2019, pp. 60-70. ISSN: 0482-5748


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