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proceso debe aprovecharse también la experiencia adquirida desde la implantación del modelo, los resultados de las evaluaciones de los planes de estudio y los informes de desempeño de los suboficiales egresados para introducir las mejoras necesarias en el sistema. En lo que se refiere a la tropa, será necesario estudiar las necesidades de formación que se deriven de los estudios en curso para la Fuerza 2035, tanto en el ámbito operativo como logístico, para analizar su impacto en los currículos actuales, ajustar las especialidades existentes o considerar la posibilidad de crear otras nuevas. Todo ello sin olvidar el cumplimiento de lo marcado en la ley de la carrera militar, que establece que en la enseñanza de formación se iniciará el proceso de obtención de un título de técnico de grado medio. Por ello se procurará que la mayor cantidad posible de módulos que se van a impartir durante la formación de la tropa se correspondan con aquellos que sean similares a los del sistema nacional de cualificaciones y por tanto puedan contribuir a la obtención de un certificado de profesionalidad o de un título de técnico. En los todos los casos será preciso mejorar el sistema de evaluación de la calidad docente, de modo que sea integral y permita determinar si los planes de estudio se están impartiendo de la forma conveniente, por el personal adecuado y con los medios precisos, así como su adecuación a las necesidades reales y las capacidades requeridas. La evaluación de la calidad de la docencia es el único medio que permite detectar puntos fuertes y carencias, para impulsar los primeros y corregir las segundas. Ello nos permitirá alcanzar la excelencia en la formación y estar también en disposición de que las titulaciones otorgadas sean reconocidas en el ámbito civil. Mediante la enseñanza de perfeccionamiento se trata de asegurar que el aprendizaje y la adquisición de habilidades y capacidades sean continuos durante la vida militar y ajustados a las necesidades de especialización del Ejército de Tierra en particular y las Fuerzas Armadas en general. Para ello, en primer lugar, es necesario fomentar el autoaprendizaje y la búsqueda continua de la excelencia, creando en todo el personal una cultura de aprendizaje y de constante actualización de conocimientos que permita estar en las mejores condiciones de adaptarse a la situación y cumplir con la misión. No basta con unos buenos planes de estudio; es preciso también contar con los mejores profesores y con los materiales de apoyo y medios de simulación adecuados que permitan ahorrar personal, mejorar el aprendizaje y hacer la enseñanza más accesible a los alumnos tanto en las unidades como en los centros docentes. Para ello, aunque ya se han adoptado medidas en la definición de trayectorias que se establece en el Plan de Acción de Personal, será preciso continuar articulando soluciones que hagan más atractivos los destinos del profesorado y, por tanto, poder seleccionar adecuadamente a todos aquellos que van a ocuparlos y que adquieran así una responsabilidad tan importante como es la formación de nuestro personal. Deberá consolidarse el modelo de especialidades de trayectoria de oficiales, lo que facilite la coordinación y la continuidad con los cursos de perfeccionamiento y altos estudios de la defensa de los ámbitos conjunto y común, para evitar vacíos y duplicidades, así como lograr una mayor racionalización de estas enseñanzas. Es también de especial importancia la correcta implantación del nuevo modelo de especialidad de trayectoria de los suboficiales, y deberá buscarse la integración de las necesidades derivadas del modelo de Fuerza 2035 y el futuro entorno operativo. Es evidente que en el futuro la mejora del nivel de idiomas de nuestro personal deberá seguir siendo una preocupación preferente. Aunque 8  /  Revista Ejército n.º 944 • Extraordinario noviembre 2019 ya se empieza a notar una mejoría en los niveles medios de las diferentes escalas, es preciso aprovechar la nueva normativa en materia de convalidaciones y fomentar el estudio de idiomas mediante la publicación de becas que permitan la adquisición de las titulaciones. Para que puedan cumplir con estos cometidos con eficacia y alcanzar la necesaria excelencia, además del profesorado adecuado, el reto es que los centros docentes puedan contar con los medios de simulación y apoyo a la docencia precisos, basados en las nuevas tecnologías. Es fundamental que en el Ejército de Tierra del siglo xxi todos los centros docentes estén dotados de conexión a internet con el ancho de banda adecuado y puedan acceder a bases de datos virtuales, además de contar con el wifi necesario. Ello facilitará no solo la enseñanza no presencial, cada vez más importante, sino también la creación de un espacio virtual colaborativo donde puedan interactuar profesores y alumnos, lo que facilitará notablemente el proceso de aprendizaje. En el ámbito del apoyo a la instrucción y adiestramiento, además de la magnífica labor que se realiza por parte de las Jefaturas de Apoyo a la Preparación (JEAPRE) en la gestión de los campos de tiro y maniobras de interés general, será crucial llevar a cabo con éxito los trabajos que se están desarrollando para constituir el Centro de Adiestramiento San Gregorio como centro de referencia. Para ello es necesaria una correcta definición de las necesidades, el impulso a la simulación y la oportuna dotación de los medios, personal e infraestructura que se requieren para acometer esta tarea tan importante, para mejorar la instrucción del personal y, especialmente, el adiestramiento de nuestras unidades. Por último, no podemos olvidar las áreas de formación de conductores, educación física y deportes. Los conductores constituyen un recurso crítico para la operatividad de las unidades y dotar a estas de los necesarios en cantidad


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