soportar una larga espera de casi siete meses para que el Tercio de Extranjeros, su obra más preciada, llegara a constituirse. El origen de esta demora se debió, como ha quedado reflejado al principio de estas líneas, a que al parecer esta nueva fuerza de choque no era del todo bien recibida por algunos altos mandos militares, que estaban a la espera de que se diesen las circunstancias favorables para que en una próxima reorganización del Ejército de África tuviese encaje y cabida el encuadrar esta fuerza recién creada. Pero como las cosas de palacio suelen ir despacio, los meses pasaban, el Tercio seguía sin constituirse y nuestro teniente coronel se desesperaba, cuando he aquí que el azar iba a jugar una potente baza a su favor. El día 5 de mayo de ese año (1920) se produce un cambio de gobierno en España y pasa a ocupar el sillón ministerial del Palacio de Buenavista un civil con un profundo cariño al Ejército: el Excmo. Sr. don Luis de Marichalar y Monreal, vizconde de Eza (abuelo paterno del exesposo de la infanta doña Elena y que, por cierto, donó todas sus pagas como ministro a los Colegios de Huérfanos dependientes del Ramo de Guerra)2. El día 14 de ese mismo mes de mayo, y en el madrileño Centro Cultural 56 / Revista Ejército n.º 946 • enero/febrero 2019 del Ejército y la Armada, el teniente coronel don José Millán Terreros pronuncia una conferencia titulada «La Legión Extranjera de Argelia y el Tercio de Extranjeros Español» a la que asisten, junto al recién nombrado ministro de la Guerra don Luis de Marichalar, los generales Tovar, Zabalza, Álvarez Rivas, Fernández Llanos y Miguel Primo de Rivera, entre otros. A su final, el ministro citó al orador en su despacho y, convencido de las enormes ventajas que para el Ejército de África suponía la creación de esta nueva fuerza de choque, decidió dar luz verde al Real Decreto de 28 de enero de ese año, y al final de la audiencia, a modo de despedida, le dijo a Millán: «Márchese tranquilo, mi teniente coronel, que yo le haré a usted su Legión». Y, en efecto, don Luis de Marichalar cumplió lo prometido. Por Real Decreto de 31 de agosto de 1920 (Diario Oficial n.º 195, del miércoles 1 de septiembre de 1920) se dispone que «Se procederá desde luego a la organización de la citada unidad» (se refiere al Tercio de Extranjeros) «fijándose por el Ministro de la Guerra los efectivos, haberes y reglamento por que ha de regirse». En su virtud, por una Real Orden de 2 de La filosofía que lleva al teniente coronel fundador a la creación del Tercio (aunque esta sea la denominación oficial, él siempre le llamará Legión) la plasmó en el Credo Legionario Legionarios durante un acto celebrado en 1921
Revista_Ejercito_946
To see the actual publication please follow the link above