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El desfile aéreo del 12 de octubre en Madrid es uno de los momentos más exigentes a los que se enfrentan los miembros de la Escuadrilla al tener que coordinar distintos modelos de aviones volando sobre el Paseo de la Castellana. veces, su trabajo no es sencillo, sobre todo los cazas que van a una misión táctica en tiempo real. Una parte de nuestra labor es facilitarles la suya, velar para que se sientan seguros». En la sala se encuentra también el servicio de información de movimientos aéreos (AMIS). «Su objetivo es dar a Defensa la información que solicita lo más rápidamente posible», explica el cabo Mario González Nuevo. Algún dato que desconozca de un avión que está acercándose al espacio aéreo español, un requisito que no cumpla su plan de vuelo o si se trata de un avión militar que viaja con circulación aérea general y no tiene en regla la autorización diplomática. «En cuanto nos llega la petición, hablamos directamente con el controlador civil que lleva ese avión y este se pone en contacto con la aeronave», señala. «La razón de ser de este servicio —puntualiza— es la inmediatez con la que conseguimos la información, porque un avión nunca está parado, siempre está avanzado. Tiempo que se pierde, tiempo que se mete cada vez más en nuestro territorio. Hay que tener las ideas claras y conseguir la información de manera muy rápida. Y la mejor forma de hacerlo es estando aquí, con el servicio civil». El AMIS ayuda en la gestión de las zonas de entrenamiento o zonas delta. Cuando un ejército o el INTA va a empezar una actividad debe notificar a la ECAO de qué operación se trata y la zona en la que se va a desarrollar. Este servicio de información dispone de una base de datos que mueve cerca de 10.000 mensajes al día. «Ahí aparecen todos los planes de vuelo y todos los datos de los aviones que se van a mover en los próximos días por nuestra zona de control», subraya el cabo González Nuevo. DESFILES AÉREOS Para los miembros de la ECAO Madrid, uno de los momentos más exigentes en su trabajo es el desfile aéreo que se realiza en la Fiesta Nacional. El día del acto y más, si cabe, los ensayos previos, «porque por la trayectoria de la Castellana confluyen muchas rutas de aproximación a Barajas», explica la comandante Mañas. La Escuadrilla se compromete a reducir al mínimo tiempo posible el parón que se produce en el aeropuerto madrileño y tiene que hacerlo contando con el cerca del centenar cazas, aviones de transporte y helicópteros que se mantienen en zona de espera hasta que llega la hora del inicio del desfile, hacen la pasada y, posteriormente, la rotura de cada uno de ellos en dirección a su base de salida. «La unidad trabaja mucho previamente elaborando procedimientos para cada tipo de avión. Pero el día del acto puede pasar de todo: problemas de combustible, cambios en la meteorología, vuelos deportivos de gente que no se ha enterado de que hay un desfile, un avión que se estropea en el último momento y hay que reemplazarlo, modificaciones en el orden de salida, etcétera», señala la comandante Mañas. En el desfile también participan aeronaves civiles que nunca han volado en formación «y los que están más inseguros porque no conocen Madrid», puntualiza. A la ECAO no se le puede pasar ni el más mínimo detalle. Y previamente entrega a todas las formaciones los procedimientos sobre los puntos de espera, en los que permanecen volando a una velocidad muy reducida antes de hacer la pasada sobre la tribuna real. Y también reciben las instrucciones necesarias para irse de la zona en caso de emergencia o cómo actuar si el tiempo meteorológico se complica. No se deja nada a la improvisación. «El procedimiento está diseñado para que todo el mundo vaya por donde tiene que ir», concluye el capitán Javier Llorente. Elena Tarilonte Fotos: Hélène Gicquel La treintena de militares de la Escuadrilla trabaja junto a controladores civiles Marzo 2020 Revista Española de Defensa 39


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