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Revista de Historia Militar 118

188 JOSÉ LUIS VEGA ALBA los que el proyecto de autonomía -acordado el 6 de octubre- vería la luz el 26 de noviembre y entraría en vigor el 1º de enero del año siguiente. En el lejano escenario de Oriente, el general Fernando Primo de Rivera gobernaba en las Islas Filipinas, donde las operaciones habían desembocado en el pacto de Biac-Na-Bató el 23 de diciembre de 1897. Estando razonablemente pacificado el archipiélago filipino, el capitán general Basilio Agustí reemplazaría a Primo de Rivera el nueve de abril de 1898. Estos tres generales -Blanco, Agustí y Montero, el último reemplazado por Delgado Zulueta en agosto- tendrían que afrontar el difícil y crucial año de 1898 en Cuba, Filipinas y Canarias, respectivamente. Este trabajo se centrará en la labor de los generales en las Islas Canarias. 1.2.- EN EL OJO DEL HURACÁN Todavía se respiraban aires de optimismo contenido, cuando el año 1987 se acercaba a su conclusión, por la autonomía en las islas antillanas y la pacificación en Filipinas. Ese optimismo parecía consolidarse con la nota del representante español ante el gobierno norteamericano: «Han desaparecido todos los motivos de irritaciones»4. Los acontecimientos, sin embargo, se precipitarían en los meses siguientes -agravada la situación por el incidente del Maine el 15 de febrero-, y el optimismo cedía el paso a la preocupación, aunque Woodford, representante norteamericano en Madrid, en la despedida del nuevo representante español en Washington, Polo Bernabé, brindaba «por la paz, siempre la paz»5. Ese dudoso ambiente de distensión parecía ratificarlo León y Castillo, embajador en Francia, en una nota de tres de abril desde París6. Los hechos, sin embargo, no acompañarían a las palabras7. El maratón negociador desde 1896 desembocó en la reunión del representante norteamericano en Madrid con Sagasta el 29 de marzo de 1898, que ponía sobre la mesa los propósitos norteamericanos8. Demandaba un 4 Ibídem, Historia política, op. cit., tomo II, p. 449. El embajador mostraba optimismo, basado en el éxito político que supuso la concesión de la autonomía. 5 El embajador anterior, Puy de Lôme, había cesado el 10 de febrero debido a la publicación en la prensa norteamericana el día 9, de una carta confidencial suya dirigida a Canalejas. 6 FERNÁNDEZ ALMAGRO, Melchor. Historia política, op. cit., tomo II, p. 474. 7 Ibídem, p. 461. El representante español, Polo de Bernabé, había tomado posesión el 10 de marzo y mostró su escepticismo al decir al Gobierno el 12: «Temo, sin embargo, que las obras no correspondan a las palabras». 8 La reunión fue precedida de otras el 22 de marzo con Moret y el 23, con este y Gullón, ministro de Estado. Las conclusiones sobre el incidente del Maine, y su presentación al Congreso americano estaban presentes. Revista de Historia Militar, 118 (2015), pp. 188-220. ISSN: 0482-5748


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