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Revista de Historia Naval 131

ESTEBAN MIRA CABALLOS Sánchez, obviamente con las mismas condiciones que el portugués. El piloto era de la misma nacionalidad y no llegó con la carabela a Bayona, por lo que fue necesario enviar una persona a buscarlo al reino de Portugal (36). Por tanto, en la expedición viajaban dos oficiales portugueses: el maestre y el piloto, aunque el capitán y el resto de la tripulación fuesen gallegos, probablemente de la misma villa de Bayona. No sorprende esta relación entre portugueses y gallegos, pues de hecho en la pesquería del bacalao está documentada la existencia de empresas mixtas que delatan una colaboración mutua (37). A los gastos en salarios hubo que sumar los 20 ducados mensuales —cien en total— que, además de su sueldo, cobraba el maestre por el flete de su carabela, así como por todos los abastos que se adquirieron para dicha jornada. Los alimentos fueron muy concretos: vino, bizcocho, carne de vaca, tocinos de cerdo y pescado. El bizcocho se hizo in situ, comprando el trigo, moliéndolo, horneándolo y contratando a varias mujeres para que lo elaborasen. Asimismo, se compraron numerosos enseres para la nave, como barriles, pipas, remos, calderas, escudillas, jarros, leña, candados, etc. y, finalmente, se abonaron 14 reales por la avería que cobraron las merindades que habían facilitado el abasto (38). Los gastos totales desglosados fueron los siguientes: Cuadro I. COSTE DE LA CARABELA Concepto Cuantía Porcentaje Salarios 121.875 48,34 Abasto 88.249 35,00 Flete 37.500 14,87 Otros 4.491 1,78 TOTAL 252.115 100,00 La fecha de la partida no se especifica en la documentación que hemos manejado. ya hemos afirmado que estaba estipulado que la tripulación cobrase su sueldo desde el 18 de julio, y se preveía con antelación que la jornada duraría unos cinco meses. Comoquiera que el 30 de julio aún no habían zarpado, el capitán Ares de Sea compareció ante juan de Garnica para reconocer los gastos realizados en el abasto de la carabela. Dado que el barco estaba totalmente preparado y que el capitán no vuelve a aparecer en la documentación hasta el regreso, debemos pensar que la carabela zarpó a primera hora del 31 (36) La persona que fue a buscarlo cobró dos ducados por traerlo hasta Bayona. (37) MÉNARD, Caroline: «La participación gallega…», p. 109. (38) Como es bien sabido, desde 1521 en la navegación indiana se generalizó el cobro de la avería de disminución de riesgos, un viejo impuesto castellano que se recuperó para ayudar a pagar la defensa de las flotas frente a los corsarios. Un análisis de la figura jurídica de la avería y de su evolución histórica pueden verse en LUQUE TALAVÁN, Miguel: «La avería en el tráfico marítimo-mercantil indiano: notas para su estudio (siglos XVI-XVIII)», en Revista Complutense de Historia de América, núm. 24. Madrid, 1998, pp. 113-145. Sin embargo, la avería pagada por esta expedición de 1541 era otra, la llamada de naos o fletamento, que los armadores solían emplear en calafatear el navío o pagar la estiba. 48 REVISTA DE HISTORIA NAVAL Núm. 131


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