Page 50

Revista de Historia Naval 131

EXPLORACIóN y ESPIONAJE EN TERRANOVA: LA JORNADA DEL CAPITáN ARES.... de julio. La fecha de regreso sí está clara: el jueves 17 de noviembre, a última hora. El propio capitán busco un notario al día siguiente, alegando que no había podido cumplimentar dicha diligencia la víspera porque era muy tarde cuando arribó a puerto. Conclusiones En relación con Norteamérica, especialmente en las latitudes más septentrionales, hubo países europeos que se adelantaron a España, deslumbrada esta por el clima más benigno y por las avanzadas civilizaciones encontradas en Mesoamérica y en el área andina. Sin embargo, la expedición de Ares de Sea tuvo notables consecuencias prácticas. De hecho, a diferencia de otros marinos, el gallego no solo sobrevivió al viaje, sino que cumplió íntegramente su misión y, a su regreso, acudió a la corte a contar todo lo que había visto y registrado en su travesía. Como afirma Medina, existió una relación del viaje, aunque desgraciadamente no ha sido localizada (39). Hubiera sido fundamental contar con ella por el caudal de información que nos podría haber proporcionado sobre la presencia de franceses e ingleses en la misma y los objetivos e intereses de España. Ahora bien, dado que los pilotos estaban obligados a levantar cartas náuticas de los territorios que exploraban y descubrían, es muy probable que el portugués Álvaro yáñez confeccionase un portulano de las costas recorridas. En la Real Academia de la Historia se conserva una carta náutica en pergamino sobre la desembocadura del río San Lorenzo que se fecha en torno a 1541. Fue descubierta y publicada por Cesáreo Fernández Duro, quien la consideró de fecha posterior al viaje de jacques Cartier, pero sin precisar más (40). Sin embargo, en fecha reciente ha sido estudiada minuciosamente por Carmen Manso, quien ha llegado a la conclusión de que debe tratarse de una copia en limpio, realizada por algún experto de la Casa de Contratación, sobre la base del mapa original de Álvaro yáñez (41). El diseño correcto del conjunto y su colorido evidencian que no pudo hacerse sobre la marcha, a bordo de la carabela, sino que hubo de confeccionarse con posterioridad partiendo de la carta, más rústica, aportada por yáñez. Pero no podemos olvidar que la información de que hoy no disponemos sí que la tuvieron las autoridades hispanas allá por 1541. Quizá no sea casualidad que desde mediados del siglo XVI se intensificase la presencia de barcos españoles en Terranova, la mayoría de ellos gallegos, cántabros y vascos, donde pescaban bacalaos, abadejos e, incluso, ballenas (42). Tan famosos se (39) MEDINA, j Toribio: op. cit., p. XXXVI. (40) La publicó en un apéndice desplegable al final del vol. VI de sus Disquisiciones náuticas. He manejado la edición de 1996, del Instituto de Historia y Cultura Naval, Madrid. (41) MANSO PORTO: op. cit., pp. 75-91. (42) REGLà, joan; CÉSPEDES DEL CASTILLO, Guillermo, y otros: Historia social y económica de España y América. Tomo III: Los Austrias. Imperio español en América. Vicens Vives, Barcelona, 1985, p. 139. Año 2015 REVISTA DE HISTORIA NAVAL 49


Revista de Historia Naval 131
To see the actual publication please follow the link above