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AEROPLANO 33

La encantadora joven alemana, Ingebort Reppert, recién llegada a Madrid en el año 1943. (Foto cortesía Ingeborg Reppert) co, todos los astros en fiel reproducción del firmamento con sus movimientos aparentes, excepto por el menor tiempo (respecto al real) para acortar el de la observación. El aparato eléctrico tiene, como elemento principal, una esfera metálica (la bola) que ocupa el centro de la cúpula y está sostenida por un mecanismo de ejes y palancas girando indistintamente sobre dos ejes convenientemente dispuestos para poder realizar todos los movimientos necesarios. La bola está cubierta por completo de proyectores ópticos iluminados todos a la vez por una potente lámpara eléctrica interior. A cada proyector está asignada una parte determinada del Cielo que, unida a la de los proyectores vecinos, lo representa con tal perfección que se tiene la sensación de estar mirando el Cielo natural en plena noche. Los proyectores muestran únicamente las estrellas fijas visibles a simple vista, mientras que para la Vía Láctea, el Sol, la Luna y los Planetas, se utilizan otros proyectores independientes. Completando el juego de proyectores, existen otros especiales para representar a voluntad todas las coordenadas, círculos del Ecuador, Meridiano, círculo horario, primer vertical y elíptica, etc. en forma de tenues rayas luminosas para relacionar todos los astros con estos sistemas de círculos de geometría esférica y para determinar su posición. La esfera, para producir la sensación de un día solar, efectúa un giro alrededor de su eje, movimiento que se efectúa automáticamente por un pequeño motor. En el proceso de construcción, para la óptica fue necesario importar un cristal inglés muy especial que venía en bloques. El óptico que realizó el trabajo fue don Juan Caridad, de la prestigiosa Empresa Nacional de Óptica S.A. (ENOSA) y cuando se recogió en la oficina de Correos el paquete con el polvo rojo de pulir, que era prácticamente inaprensible, el personal de Aduanas lo examinó y lo probó por si se trataba de algún producto prohibido. El objetivo era también inglés de la casa Crown Glass y el condensador de luz tenía dos lentes convexas enfrentadas por la parte curva para llevar la luz al sistema óptico. De la base, en aluminio fundido, se encargó el taller de fundición San José y lo último que se fabricó, en tubo de hierro, fue el aro. Deliberadamente, se aplicó una pintura rugosa para camuflar las pequeñas imperfecciones. Cuando se terminó la cúpula, fabricada en tela blanca mate especial de 6 metros de diámetro y el Planetario estuvo listo para realizar los primeros ensayos, se invitó al Ministro del Aire. Realizada la prueba, el general Gallarza, admirado por la perfección y los extraordinarios efectos conseguidos, elogió el trabajo y, ya en plan de broma, preguntó si aquel maravilloso aparato servía para hacer llover (fue un año de sequía). Los planetarios se montaban en el Taller, se probaban y, subsanados los pequeños fallos que pudieran surgir, el personal de la empresa viajaba a los destinos para colaborar en su instalación. A finales del año 1950, cuando la construcción de los tres planetarios estaba a punto de concluir, la QBI solicitó que el Ejército del Aire se hiciera cargo del coste de fabricación de tres embalajes (seis cajas y tres estuches) para el transporte seguro de los planetarios. Petición que fue resuelta favorablemente por la superioridad22. El de Matacán se encuentra instalado en un terreno, previamente vaciado para edificar en semisótano, sobre el que se ha construido el edificio. En el centro de la sala circular resultante se ubica el Planetario, en el techo la cúpula semiesférica y, a lo largo del perímetro en el suelo, un banco corrido de madera para alumnos y profesores. Su estado de conservación en el año 2002 era relativamente bueno. No se ha podido determinar la fecha exacta de su instalación, que pudo estar próxima a la emisión de la factura de los tres embalajes (5.033,70 pts) que la QBI presentó, el día 19 de febrero de 1951. QUÉ UTILIDAD Aunque el Planetario fabricado por QBI e instalado en Mata- 104 En el expediente 275 consta el encargo de 10 simuladores de vuelo para el Ejército del Aire. (Acta 49 del 6 de julio de 1949, Libro de actas de la Junta Económica Central de la Dirección General de Industria y Material, AHEA, L-2.712)


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