Page 155

RHM_extra3_2015_500 años Gran Capitán

154 ANTONIO JOSÉ RODRÍGUEZ - EDUARDO DE MESA mera mitad del siglo XVI, las tropas de a pie a disposición de los monarcas franceses serían en su mayoría mercenarios suizos o gascones reclutados para la ocasión, a pesar de algunos experimentos fallidos, como fueron las denominadas legiones36. Esta realidad ha sido interpretada en algunos casos como una preferencia de España por mantener a un mercenariado autóctono, los soldados de los Tercios. Pero ver a los soldados de los Tercios como unos simples mercenarios parece una interpretación algo simplista. Los soldados españoles de los Tercios eran voluntarios de cualquier origen social que pre-tendían ganarse la vida, adquirir honor y reputación, o ascender socialmen-te. Posibilidades que durante mucho tiempo el ejército ofreció, por lo que no faltaron los voluntarios. Pero lo que más respaldaba el alistamiento era el hecho de que el ejército español contaba con una estructura profesional clara, en la que los ascensos y remuneraciones eran acordes al valor y la experiencia, algo regulado por las Ordenanzas Militares. Soldados, que ante la clara voluntad de los reyes se encuadraron en el ejército, transformándose en unos profesionales que convirtieron el oficio de las armas en su forma de vida. Para ello, cuando se alistaban, firmaban un compromiso que los ataba al ejército hasta que murieran o fueran licenciados por el rey37. La Monarquía Hispánica, como primera monarquía global compuesta por múltiples territorios inconexos entre sí, adquiridos por herencia o por conquista, fue la única potencia que el siglo XVI se debió enfrentar a esa particular problemática defensiva que otras no tenían, y la primera en tener que crear un ejército permanente y siempre movilizado que debía actuar por largos periodos de tiempo fuera de su área principal de reclutamiento. Esta realidad hizo que en España se desarrollara un sistema militar bastante diferente al resto de naciones europeas, dejando muy rápido atrás los méto-dos tradicionales –o privados–, para concentrar sus recursos en la captación de soldados profesionales que sólo debían rendir cuentas ante el rey y el Consejo de Guerra. Factores hicieron que la Corona creara una complicada técnica de reclutamiento directo, en un tiempo en el que los ejércitos no eran realmente permanentes, y en el que el método más usado era el indirecto, mediante la acción de los particulares, ya fueran asentistas, condotieros o simples mercenarios38. Este sistema de reclutamiento centralizado y controlado directamente por los Estados era sin duda el más avanzado, ya que requería una ad- 36 Potter, David: Renaissance France at War Armies, Culture and Society, 1480-1560. Boydell, Woodbridge, 2008, pp. 95-123. 37 Rodríguez Hernández, Antonio José: Los Tambores…, op. cit., pp. 87 y ss. 38 Para más detalles: Rodríguez Hernández, Antonio José: “Los hombres y la Guerra”, op. cit., pp. 187-222. Revista de Historia Militar, II extraordinario de 2015, pp. 143-188. ISSN: 0482-5748


RHM_extra3_2015_500 años Gran Capitán
To see the actual publication please follow the link above