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REVISTA DE HISTORIA NAVAL 133

CHIARA MARIA MAURO «Baya de Cartagenia», ejemplo de puerto emplazado en una bahía protegida. Nótese cómo todas las áreas portuarias de fondeo (indicadas por las áncoras) se sitúan en el interior de la bahía o entre la isla y tierra firme (puerto insular). LEVANTO, p. 18 El golfo quedaba, así pues, ampliamente protegido de los vientos occidentales y orientales: «Karalis, enfrente de la costa de la Libia, se extiende hacia el mar con un pequeño monte que rompe la fuerza de los vientos contrarios. De esta manera se forma un puerto y una amplia ensenada, protegida de todos los vientos y en la que las aguas descansan tranquilas» (16). El puerto principal tuvo que ser la laguna de Santa Gilla, bien protegida y con playas bajas, ideales para que en ellas varasen los barcos. Sabemos que esta laguna permaneció accesible y conectada al mar por lo menos hasta el siglo XIII d.C. (17). Es posible que también la laguna de Montelargiu, al oeste, estuviese unida al mar y constituyese otra área portuaria. Probablemente, a finales de la Edad Media y durante la edad moderna ninguna de las dos lagunas resultaba accesible para los barcos, y el puerto de Cagliari asume el aspecto de un puerto dentro de una bahía, como aparece también en el testimonio de Levanto: «Esta bahía aparece bien hecha y en ella (16) CLAUDIANO: De Bello Gildonico I, 520. Traducción del latín al castellano realizada por nosotros a partir del texto fijado, traducido y comentado por Elzbieta M. Olechowska en CLAUDII CLAUDIANI: De Bello Gildonico. Brill, Leiden, 1978. (17) SCHMIEDT, Giulio: Antichi porti dʼItalia. Gli scali fenicio-punici. I porti della Magna Grecia. Coi Tipi dellʼIstituto Geografico Militare, Florencia, 1975. 64 REVISTA DE HISTORIA NAVAL Núm. 133


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