Los alumnos de primero dedican buena parte de su aprendizaje a la Instrucción y Adiestramiento, como las prácticas de orden cerrado. ejercitan en defensa activa en la pista de aplicación y los de otra lo hacen en el manejo del armamento. «A la Alfa y a la Bravo —la mía—, nos toca la prueba NBQ», dice Escala mientras se despoja con dificultad —su cuerpo está empapado de sudor— del traje de protección Nuclear, Biológica y Química. El examen consiste en seguir al pie de la letra el protocolo de seguridad después de una supuesta intervención en este tipo de ambientes nocivos. Escala concluye la prueba a la orden del capitán que evalúa por binomios a los miembros de las secciones Alfa y Bravo y recupera su posición, a la carrera, en el puesto de guardia de la puerta del edificio. Aunque no lo parezca, también está siendo evaluado en liderazgo... como cuartelero, «una cuestión prioritaria para nosotros, en la que comenzamos a trabajar desde el minuto cero», afirma el comandante Saura. «No solo tenemos en cuenta el ejercicio del mando, también la aptitud ante el servicio: de imaginaria, cuartelero o escuadrilla en primer curso y de cabo cuartel en segundo ». En tercero, si tienen una buena nota académica global, se les nombra sargentos galonistas. «Son alumnos distinguidos, un líder nato, un ejemplo para todos», destaca Saura. Alejandro Escala tiene aún mucho tiempo por delante para alcanzar ese reconocimiento. Este madrileño de 19 años se topó de golpe con la vida militar y técnica de la Academia Básica del Aire a mediados del pasado mes de agosto. Es uno de los 48 alumnos de acceso directo, los que se han incorporado a la academia desde la vida civil, el 20 por 100 de los ingresos de este año. El resto, la mayoría, lo hicieron por promoción interna, muchos de ellos con varios años de experiencia militar en la Escala de Tropa. «El primer día fue terrible», recuerda rememorando el pasado 18 de agosto. En apenas dos semanas —«más o menos el tiempo que tardé en coger el ritmo a la vida militar »—, Alejandro pasó de dormir en la cama de su casa de Madrid a una colchoneta en una tienda de campaña en el campo de maniobras del Boñar. «Antes del campamento practicamos algo de tiro, pero sobre todo instrucción de orden cerrado», dice mientras observa cómo lo hacen hoy sus compañeros de la sección Charlie y Delta a la voz del subteniente Secundino. Alejandro vuelve a recordar la tensión que para un novato transmitían hasta no hace mucho expresiones como «descansen armas», «sobre el hombro», «cojan la alineación», «mantengan la distancia entre secciones», «estiren el brazo derecho»... El próximo día 10 de diciembre, festividad de la Virgen de Loreto, patrona del Ejército del Aire, jurará Bandera, sellando su compromiso durante los próximos tres años para ser promovido al empleo de sargento en 2019, una vez finalizados sus estudios. J.L. Expósito Fotos: Pepe Díaz El 80 por 100 de los alumnos que ingresaron este año lo hicieron como personal de tropa, a través de la promoción interna Diciembre 2016 Revista Española de Defensa 45
REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA 334
To see the actual publication please follow the link above