121 Carlos Javier Frías Sánchez La disuasión convencional El problema de la credibilidad de la disuasión no se limita a la valoración de la pro-porcionalidad entre la conducta a disuadir y la respuesta diseñada. Un problema más directo e inmediato es disponer de la capacidad de ejecutar las amenazas formuladas. En el caso de la disuasión por medios convencionales, la cantidad y calidad de medios militares disponibles suele ser suficiente para acreditar (o no) esa capacidad, toda vez que la destrucción completa de la capacidad militar convencional es un proceso difícil y que no es fácil de alcanzar en un tiempo breve. No obstante, es posible destruir por sorpresa elementos clave de esa capacidad convencional, como hicieron los israelíes en la guerra de los Seis Días (1967), que se inició con un ataque sorpresivo sobre las bases aéreas de los países árabes, dejando a Israel como dueño del espacio aéreo, condición que posibilitó la aplastante victoria israelí72. http://revista.ieee.es/index.php/ieee LA ESCALADA En principio, la disuasión busca evitar un conflicto. Sin embargo, también puede tener una función fundamental para controlar el nivel de violencia de un conflicto ya iniciado. Kahn denominó a este tipo de disuasión como disuasión intraguerra (intra-war deterrence73). Este control se haría mediante la aplicación gradual de medidas mili-tares progresivamente más enérgicas y/o más violentas, proceso denominado escalada. En una situación típica de escalada, existe una competición en la aplicación de medidas militares, en las que cada uno de los contendientes va asumiendo mayores riesgos, y va mostrando una mayor determinación en la consecución de sus objetivos. Por ello, la escalada es un conflicto de violencia progresiva, en el que cada uno de los contendientes intenta que el adversario, ante el incremento de medidas tomadas, re-nuncie a sus objetivos. La escalada, como toda la disuasión, es un intercambio de información entre ambos adversarios, en la que las medidas adoptadas son mensajes enviados. Puesto que esos mensajes emplean su propio lenguaje, el riesgo de que sean interpretados erróneamen-te es muy alto. En consecuencia, el principal riesgo de la escalada es que el adversario pueda sobrerreaccionar74, al malinterpretar un mensaje concreto. Por ello, uno de los problemas clave a la hora de diseñar las medidas disuasorias sucesivas que constituyen una escalada es la estimación de la valoración que el adversario dará a cada una ellas: es sumamente complejo conocer con precisión suficiente el análisis coste/beneficio de otro Estado y, consecuentemente, determinar las medidas de represalia adecuadas, 72 BAR-ON, Mordechai. A Never-ending Conflict: A Guide to Israeli Military History. Stackpole Books. Mechanicsburg 2006. 73 KAHN, Herman. On Escalation. Metaphors and Scenarios. Princeton University Press. Princeton 1965, p. 3. 74 Ibídem.
REVISTA IEEE 8
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