Page 49

REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA 336

internacional Creado en 2007 y operativo desde 2008, el Africom fue desde sus inicios diferente al resto de las fuerzas de combate norteamericanas. Se trataba de uno de los seis mandos geográficos del Pentágono, dotados con unidades altamente cualificadas de los cuatro Ejércitos norteamericanos, pero cuya zona de operaciones era un continente que no tenía ningún enfrentamiento militar con los EUU, lo que le dotaba de identidad propia. Su objetivo era —y lo sigue siendo— fomentar la estabilidad y la paz con misiones diplomáticas, económicas y de ayuda humanitaria. La estructura fija se compone de un cuartel general en Sttutgart (Alemania) y una serie de unidades adscritas a diferentes bases territoriales. El Ejército de los Estados Unidos en África (USARAF) está ubicado en Vicenza (Italia); las Fuerzas Navales (NAVAF) en Nápoles; y la Fuerza Aérea para África (AFAFRICA) tiene su sede en la base aérea de Ramstein (Alemania). Además, los componentes permanentes del comando incluyen las Fuerzas Especiales Combinadas para el Cuerno de África (Combined Joint Task Forces Horn África, CJTF-HOA), con base en Yibuti, y el Cuerpo de Marines (US Marine Corps Forces Africa, MARFORAF) instalado en Sttugart. En un segundo nivel, y dependiendo del Cuerpo de Marines, en el año 2013 y dada la creciente demanda de una fuerza de intervención capaz de actuar donde fuera necesario, se creó una unidad de despliegue rápido (Special Purpose Marine Air Ground Task Force-Crisis Response, (SPMAGTF CR) cuya sede es la base aérea española de Morón (Sevilla). Desde estas unidades se aporta el personal y se coordinan todos las operaciones del Africom. Aparte de los despliegues puntuales o integrados en programas de cooperación e instrucción, el Mando de África realiza una serie de operaciones como comando activo del Pentágono. Son, la mayoría, operaciones bajo mandato de las Naciones Unidas, en colaboración con la OTAN o con la Unión Europea. Destacan la operación Enduring Freedom Trans Sahara, para la lucha contra el terrorismo en el Sahel, iniciada en 2007 y que cubre Argelia, Chad, Malí y Mauritania; Enduring Freedom Horn of África, cuya zona de actuación incluye Somalia, Kenia el Índico, y su mandato es erradicar la piratería y el yihadismo, una finalidad en la que colabora con las misiones de la Unión Europea y de la OTAN desplegadas en esa área. En Libia se han desarrollado varias misiones (los operativos de Africom se integraron a la operación de la OTAN Unified Protector, en 2011) y actualmente sigue activa la operación Odyssey Lightning, con bombardeos selectivos contra las posiciones que el Daesh ha conquistado en ese pais. Washington en 2014 y que contó con la asistencia de jefes de Estado o Gobierno de 50 países africanos. Durante la misma, el entonces presidente, Barack Obama, explicó que no hay progreso sin estabilidad, y se comprometió a ayudar al desarrollo de la región colaborando en acciones de seguridad. Y el Africom sería el encargado de materializarlo. En concreto, Washington se comprometió en la formación de unas fuerzas y cuerpos de seguridad profesionales capaces de luchar por sí mismas contra las amenazas de carácter transnacional. El programa —que incluye instructores sobre el terreno, maniobras conjuntas y cursos de formación para oficiales en EEUU— se ha implantado ya en Kenia, Níger, Malí, Nigeria, Ghana y Túnez. Poco después, la administración americana decidió implicarse también en la formación de una fuerza de reacción rápida africana capaz de intervenir donde y cuando sea necesario y que esté a disposición de la ONU y la Unión Africana. El proyecto se está desarrollando con colaboración de Senegal, Ghana, Ruanda, Tanzania, Etiopía y Uganda. A finales del 2016, el estado mayor del Mando presentó un plan quinquenal (hasta que termine el 2021) que revisa y actualiza sus objetivos. En concreto, se fijan cinco prioridades: la primera, neutralizar las acciones terroristas del Al Shabab en Somalia y ayudar a la misión de la Unión Africana a pacificar el país. En segundo, evitar la extensión del Daesh en Libia y ayudar al Gobierno de Unidad Nacional, respaldado por la ONU, a la compleja reunificación del país. El tercero, contener la expansión de Boko Haram, y el cuarto «interrumpir las actividades ilícitas y la piratería —explica el documento presentado ante el Senado— en el Golfo de Guinea y el centro de África». Y en quinto lugar, pero vinculado a todos los anteriores, «ayudar a que nuestros socios del continente dispongan por sí mismos de las capacidades necesarias para liderar operaciones de paz y misiones de asistencia ». Hace una década, los militares de países africanos tan sólo representaban el 25 por 100 del total de los efectivos de las misiones de Naciones Unidas desplegadas en el continente, hoy son casi el 60 por 100. Rosa Ruiz Febrero 2017 Revista Española de Defensa 49 Shawn Valosin/AFRICOM Estructura y operaciones


REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA 336
To see the actual publication please follow the link above