EDITORIAL SEGURIDAD para nuestro bienestar MARÍA Dolores de Cospedal reflexiona, en una extensa entrevista que recoge el presente número, acerca de sus tres primeros meses como ministra de Defensa. Un periodo en el que ha encontrado un alto grado de profesionalidad y colaboración en el personal civil y militar del Ministerio y en el que los mejores momentos, según explica, los ha vivido en sus visitas a unidades, tanto en España como en el exterior. No es extraño en quien considera que las personas son «lo más importante de nuestra organización y con mucha diferencia sobre todo lo demás». Consciente de que la seguridad es «esencial para el desarrollo y prosperidad de un país libre y democrático», María Dolores de Cospedal está convencida de que la política de defensa requiere unidad, esfuerzo compartido y el sentido de Estado de fuerzas políticas, agentes sociales y económicos y la ciudadanía en su conjunto. En este sentido, la oferta de acuerdo y diálogo que la ministra expresó el 20 de diciembre en su primera comparecencia ante la Comisión de Defensa del Congreso, y las «inequívocas muestras» que ha recibido de una disposición favorable al consenso también por parte de los grupos parlamentarios, permiten augurar para esta legislatura avances sustanciales en numerosas materias. Es necesario que así sea, porque lo exigen los relevantes retos que la titular de Defensa se ha marcado: la mejora de las capacidades militares, de manera que resulten eficaces en el entorno de una seguridad cada vez más demandante y muy variable; el fortalecimiento de la posición de España en el panorama internacional; la innovación de los medios materiales; el perfeccionamiento de la carrera de soldados y marineros, orientado a facilitar su promoción en las Fuerzas Armadas y su inserción laboral en el mercado civil; el apoyo a la conciliación de la vida personal, familiar y profesional y a la igualdad de género; un plan integral de movilidad geográfica, que adapte la vida militar a la realidad social… En todos estos ámbitos, nuestras Fuerzas Armadas deben crecer en su continuo esfuerzo de adecuación a la España del siglo XXI. Para lograr todo ello, va a constituir una de las prioridades del Ministerio en esta nueva etapa el procurar que los ciudadanos estén informados de los riesgos y amenazas a los que nos enfrentamos, conozcan cada vez mejor a los Ejércitos y sean conscientes de que lo que éstos hacen, dentro y fuera de España, incide en la seguridad que perciben en sus ámbitos personales y familiares. Como señala María Dolores de Cospedal en la entrevista, «las Fuerzas Armadas son la primera línea de defensa para garantizar la seguridad de sus hogares», desde la cual hacen posible que nuestra sociedad sea capaz de generar libertad, paz y bienestar. RED Febrero 2017 Revista Española de Defensa 5
REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA 336
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