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REVISTA HISTORIA MILITAR 112

GUERRA, EJÉRCITO Y RELIGIÓN DURANTE EL PRINCIPADO DE CONSTANTINO 175 que estalló por causa de la religión. El anónimo panegírico de 313 señala como la razón principal del inicio de las hostilidades la ilegitimidad jurídica (poniendo en duda que fuera hijo de Maximiano) y la actitud tiránica de Majencio, pero existieron también pretextos religiosos. Dice el texto: A ti te acompañaba la piedad paterna, a él, la impiedad -por no ser celosos de su falso origen-; a ti, la clemencia, a él, la cruel-dad; a ti, el pudor, volcado sólo en el matrimonio; a él, la lujuria, contaminada por muchas violaciones; a ti, los mandatos divinos, a él, los maleficios supersticiosos; a él, además, la expiación de los templos expoliados, de la masacre del Senado, de la plebe romana asesinada por el hambre; (...). Emperador: por consejo divino (es decir, tuyo), por tan variada razón de causas, hiciste cuentas, no de la multitud de soldados, sino de los méritos de las partes102. Nótese que el panegirista de Constantino aseguraba que había tomado la determinación de atacar a Majencio por consejo divino, siendo la princi-pal razón la justicia. En todo caso, los dioses (un diuinum numen), le habían incitado y secundado en su empresa bélica103. Después del argumento de la ilegitimidad filial, la crueldad y la indecencia, desde el punto de vista sagrado (que figura en cuarto lugar), el factor decisivo fue que frente a la religiosidad tradicional de Constantino, su adversario practicaba supersti-tiosa maleficia, al que seguían el latrocinio de bienes sagrados, la muerte de senadores y haber provocado la hambruna que azotaba Roma. Los términos en cuestión hacen referencia a la adivinación ilícita, conforme a una ley constantiniana de 319, relativa a la haruspicina104. Pero entre tales supues-tos, la jurisprudencia de la época también comprendía la nigromancia105. Esta acusación aparece más detallada en la Vita Constantini de Eusebio de Cesarea, quien asegura que llegó a abrir el vientre a mujeres embarazadas y a sacrificar recién nacidos para alterar el curso de la guerra106. Estas infor-maciones no resultan fiables. La Vita fue redactada después de la muerte de Constantino, entre 337 y 340, mucho después de los supuestos hechos narra-dos, que tampoco aparecen detallados en la Historia Ecclesiastica, comple-tada en 325. Pero no eran inverosímiles. Las prácticas criminales indicadas 102  Paneg. Lat., (XII) IX, 4, 4-5. 103  Paneg. Lat., (XII) IX, 4, 1-2: (...) Quid in consilio nisi diuinum numen habuisti? (...) pro te tamen iustitia pugnabat (...). 104  CTh. IX, 16, 1 (319). 105  Pauli Sent., V, 23, 16: Qui hominem immolauerint exue sanguine litauerint, (...) bestiis obi-ciuntur uel, si honestiores sint, capite puniuntur. Revista de Historia Militar, 120 (2016), pp. 175-198. ISSN: 0482-5748 106  Euseb. Caes., VC, I, 36.


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