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REVISTA HISTORIA MILITAR 112

EL GENERAL FRANCISCO GÓMEZ-JORDANA SOUSA 67 En su haber debemos destacar la negociación bilateral que emprendió con representantes del gobierno de Francia, donde consiguió restablecer las relaciones diplomáticas además de conseguir un acuerdo con el ministro de Exteriores francés, Bérand; por medio de este convenio se alcanzaron varios compromisos por parte francesa, a saber: la devolución del oro depositado en el Banco de Francia, la recuperación de todo el material de guerra reteni-do perteneciente a la República, la reposición de la flota mercante o de pesca y el retorno del patrimonio artístico. Este acuerdo se cerró el 25 de febrero de 1939, adicionando al mismo la voluntad de practicar en Marruecos una política de leal y franca colaboración. No era esta la primera ocasión en la que Gómez-Jordana negociaba con los plenipotenciarios franceses acuerdos relativos a Marruecos. Recordemos el convenio hispano-francés de 25 de julio de 1925 que dio paso a la coordinación de esfuerzos entre ambos paí-ses, posibilitando la operación de desembarco en la bahía de Alhucemas38. En unas fechas tan avanzadas como estas, con un marco internacio-nal enrarecido por las veleidades alemanas y la política de apaciguamiento británica, Gómez-Jordana sellaba este importante acuerdo, recibiendo por ello no pocas críticas por parte de la prensa falangista; una prensa al ser-vicio del ministro de la Gobernación, Serrano Súñer, muy próximo al Eje y sobre el cual, Jordana poseía una mala impresión. Por este motivo elevó su enfado a Franco, aduciendo que Serrano era un «inconsciente así como toda la colección de falangistas que le rodea», y le expresaba, de este modo, su malestar por entender que «la prensa parece que estuviera en manos de nuestros peores enemigos»39. Se iniciaba así un enfrentamiento crónico con Serrano en particular y el falangismo en general que se extendió hasta el día de su muerte. Las críticas continuadas a la labor de Gómez-Jordana al frente de Exteriores venían produciéndose desde el mes de octubre de 1938, cuando, el ministro de Exteriores señaló que a España le convenía una posición de neutralidad respecto al conflicto que se estaba gestando en Europa, pues en-tendía que el país en esa coyuntura no podía ni debía distraerse en aventuras exógenas. Esta firme posición respecto a la conveniencia de España en ma-teria de exteriores le granjeó problemas y disgustos personales; en este caso, por ejemplo, recibió en su despacho de Burgos un anónimo, acusándole de mostrarse partidario de Francia e Inglaterra, atribuyendo dicha correspon-dencia a lo que él denomina canalla falangista. 38  Convenio hispano-francés de 25 de julio de 1925 en AGA, África (Marruecos) Caja 36. 39  Gómez- Jordana se refiere principalmente al diario Arriba. Revista de Historia Militar, 120 (2016), pp. 67-86. ISSN: 0482-5748


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