Los 27 jefes de Estado y Gobierno en la foto oficial de la reunión que ha conmemorado el 60 aniversario del Tratado de la UE. no puede ni quiere permitirse el lujo de parar: «Actuaremos juntos, a distintos ritmos y con distinta intensidad cuando sea necesario, mientras avanzamos en la misma dirección, como hemos hecho en el pasado, de conformidad con los Tratados y manteniendo la puerta abierta a quienes quieran unirse más adelante. Nuestra Unión es indivisa e indivisible». Las sombras y el temor ante la incapacidad de la UE para responder a las duras y constantes embestidas del pasado año —a la crisis económica, las desigualdades sociales y el drama de los refugiados se sumó la bofetada del Brexit, el ascenso de los populismos antieuropeístas y las fricciones con los Estados Unidos de Donald Trump y la Rusia de Vladimir Putin— se están disipando con una respuesta firme y valiente. El corazón de la vieja Europa quiere coger el toro por los cuernos y no sólo superar esta policrisis sino también responder a los desafíos a nuestra seguridad y tener voz propia en el mundo. La paz y la estabilidad que caracterizaron las primeras décadas de la Unión se han visto sorprendidas no sólo por el terrorismo yihadista que asola Oriente Próximo y el continente africano y ha sido capaz de inocularse en nuestras sociedades, sino además por un planeta cada vez más impredecible. Durante décadas, la política de defensa ha estado ralentizada por el temor de un grupo de países —encabezado por Londres— hacia las duplicidades con la OTAN y por las permanentes reticencias nacionales para incrementar los presupuestos de defensa. El documento de Roma da luz verde a una Europa a varias velocidades y diferentes intensidades Ahora, Gran Bretaña ha querido irse de la Unión, la Alianza Atlántica ha incluido la colaboración y la complementariedad con la Unión Europea como una prioridad en su nueva estrategia aprobada en la Cumbre de Varsovia de julio de 2016, y las fórmulas de cooperación industrial están permitiendo a Europa abaratar costes y garantizar capacidades. Y su fuerza de intervención rápida, los Battle Group Packages, tienen la capacidad plena. Es el momento de avanzar. «Queremos una Europa más fuerte en la escala mundial: una Unión que siga desarrollando las asociaciones existentes, creando otras nuevas y promoviendo la estabilidad y la prosperidad en su vecindad inmediata al este y al sur, también en Oriente Próximo, en África y en el mundo; una Unión dispuesta a asumir más responsabilidades y a ayudar a la creación de una industria de defensa más competitiva e integrada; una Unión comprometida con el refuerzo de la seguridad y defensa comunes, también en cooperación y complementariedad con la OTAN», sostiene la Declaración firmada. 10 Revista Española de Defensa Abril 2017 Antonello Nusca/EFE
REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA 338
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