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947 derechos soberanistas de Filipinas al interferir en la «pesca filipina» y en la «explotación petrolífera», además de manifestar que las islas Spratly «no pueden generar zonas colectivas marítimas», como reclamaba China. La decisión del tribunal de no reconocer en las islas ninguna característica que aporte una ZEE de 200 millas concede a todos los países el derecho de pesca y de explotación de recursos. La sentencia que no resulta vinculante para China, reaviva la controversia como firmante de la UNCLOS al mostrar desde el principio que no reconocía la jurisdicción del tribunal para este caso, ya que consideraba que se trataba de una cuestión de soberanía, no de explotación de recursos12. De hecho, se podría llegar a considerar la naturaleza del fallo del tribunal no solo jurídica, sino más bien política, interpretándose como una victoria no solo para Manila sino también de la reivindicación de la política pivot to Asia. Segundo punto de inflexión: el nuevo statu quo bajo la visión renovada de Washington, Pekín y Manila Una de las mayores preocupaciones tras el fallo del tribunal era la alteración del equilibrio geopolítico actual entre Washington, Pekín y Filipinas que pudiera arrastrar muy posiblemente a otros países. De hecho, al existir varios países con reclamaciones territoriales sobre las islas Spratly, la decisión contraria para China podría animar al resto de países a solicitar la intervención del tribunal, incluso podría extenderse a la solicitud de arbitraje en otras disputas abiertas. Las reacciones de los distintos actores tras el arbitraje podrían afectar incluso al sistema de derecho internacional creado en torno a la ONU, y a otras instituciones multilaterales que actúan para dirimir disputas entre naciones. El desafío del orden regional podría llevar a que Washington y Pekín se embarcaran en una carrera armamentística de consecuencias imprevisibles al situar erróneamente la disputa del mar del sur de China como la cuestión estratégica central en sus relaciones bilaterales. Por el contrario, los objetivos de ambos debían pasar por reducir tensiones regionales, proteger los derechos legítimos de la comunidad internacional, el fomento de medidas para conciliar a los 12 Si el Tribunal no suscita consenso entre las partes el arbitraje carece de utilidad, por lo que desde el punto de vista estrictamente legal y operativo no aportará solución alguna al contencioso. RÍOS Xulio, «ENTREVISTA: El arbitraje no es la solución a la disputa del Mar Meridional de China», Xinhuanet (13.06.2016). Disponible en http://spanish.xinhuanet.com/2016-06/13/c_135433345.htm. Fecha de consulta 08.08.2016. bie3 ĂŵďŝŽĚĞĂůŝĂŶnjĂƐĞŶĞůŵĂƌĚĞůƐƵƌĚĞŚŝŶĂ͗ƌĞƚŽƐĚĞůŶƵĞǀŽͨƐƚĂƚƵƋƵŽͩ ŐƵĞĚĂWĂƌƌĂWĠƌĞnj ŽĐƵŵĞŶƚŽĚĞKƉŝŶŝſŶ ϯϯͬϮϬϭϳ ϭϭ


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