día de las FAS los fuertes aplausos y los vivas a España y a la Corona. El presidente de la Comunidad Autónoma de La Rioja, José Ignacio Ceniceros, les dio la bienvenida, seguido por María Dolores de Cospedal, la alcaldesa de Logroño y el jefe de Estado Mayor de la Defensa, general de ejército Fernando Alejandre. A continuación, Felipe VI, vestido para la ocasión con el uniforme del Ejército del Aire, y Doña Letizia asistieron a la interpretación del Himno Nacional acompañado de las preceptivas 21 Salvas de Ordenanza. Tras recibir Horones de Ordenanza, el Rey pasó revista al Batallón de la Guardia Real acompañado por el JEMAD. Seguidamente tuvo lugar el arriado de la Bandera para convertir Logroño durante algo más de una hora en la Plaza de Armas de España en las confluencias de las calles Vara de Rey y las avenidas España, Pérez Galdós y Pío XII. Con la Enseña Nacional ondeando en lo más alto del mástil, se sucedieron los dos momentos más emotivos de la jornada: los homenajes a la Bandera y a los Caídos. Durante la ofrenda floral ante el monolito, la interpretación de La muerte no es el final entonada en su memoria y el toque de Oración, el Rey estuvo acompañado por ocho militares y un guardia civil, todos ellos distinguidos con la Cruz con distintivo rojo. Su presencia este año en la ceremonia institucional del Día de las Fuerzas Armadas ha supuesto el reconocimiento a todos aquellos que reciben esta condecoración con la que se recompensa y se distingue individualmente a los miembros de las Fuerzas Armadas y del Cuerpo de la Guardia Civil, «que, con valor, hayan realizado acciones, hechos o servicios eficaces en el transcurso de un conflicto armado o de operaciones militares que impliquen o puedan implicar el uso de la fuerza armada, y que conlleven unas dotes militares o de mando significativas », según reza el Real Decreto que regula el Reglamento de Recompensas Militares. La solemnidad, casi silenciosa, que imprime el toque de Oración al homenaje a los militares que murieron en acto de servicio quedó rota por el vuelo estruendoso de los reactores C-101 de la patrulla Águila, que dibujaron los colores de la Bandera sobre el cielo, y una potente descarga de fusilería de la Escuadrilla Plus Ultra de la Guardia Real. UNIDADES Seguidamente comenzó el desfile aéreo estructurado en cinco formaciones de aviones de combate, dos de transporte táctico y estratégico, una de aeronaves del Estado, una del servicio Aéreo de la Guardia Civil y otras cuatro de helicópteros. A su conclusión, los siete reactores de la patrulla Águila trazaron de nuevo las estelas rojas y amarillas de la Enseña Nacional en el cielo de la capital riojana. Con las líneas bicolor todavía visibles por encima de la Tribuna Real comenzó el desfile terrestre encabezado, como es tradicional, por una agrupación moto- Miembros de la Fuerza de Guerra Naval Especial de la Armada desfilaron con sus lanchas de asalto remolcadas. El público observa el paso de la Legión, con su tradicional marcha específica (a 160 pasos por minuto) y su mascota. 16 Revista Española de Defensa Junio 2018
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