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Revista Historia Militar Extra 1 2018

218 FERNANDO RODAMILANS RAMOS jerarquía catalana “era consciente de que la primacía toledana encubría el imperialismo de Alfonso VI”77. La posición al respecto de Urbano II se materializó en sendos documentos expedidos el 25 de abril de 1093. Por una parte, la mencionada carta al arzobispo Berengario de Tarragona en la que le reconvenía por haber detenido los esfuerzos de la restauración material de la sede, y en la cual le instaba a obedecer al arzobispo de Toledo como a su Primado. Por otra, la bula Ipsius redemptoris por la que se concedió la legación pontificia a Bernardo de Toledo78. El Papa Urbano reconocía en su carta que le era materialmente imposible enviar legados a latere a causa de la presión que estaba sufriendo79. Así pues, como solución aparentemente provisoria decidió nombrar a Bernardo, un cluniacense aquitano que era buen conocedor de la Iglesia hispana. No obstante, la posición de Bernardo de Toledo como legado apostólico fue ratificada en varias ocasiones, siendo especialmente clara en aquellos casos en los que actuó fuera del ámbito de su propia jurisdicción metropolitana. La actuación más relevante sería la que aparece en un documento del año 1096, en el cual Urbano II habría instado a Bernardo de Toledo a la restauración de Tarragona, dentro del más puro espíritu cruzadístico, hasta el punto de que el voto de cruzada se conmutaría con la participación en la lucha contra el infiel en Tarragona80. El uso del condicional es pertinente, pues no se conserva tal misiva, sino que la misma ha sido referida indirectamente, tanto por Rodrigo Jiménez de Rada en su crónica (ca. 1240), como por una carta de Pascual II en la que recuerda el compromiso de su predecesor a favor de Bernardo de Toledo para la conmutación del voto de cruzada. La controversia radica en considerar si el encargo de restaurar Tarragona fue realmente concedido por Urbano II a Bernardo, o si tal cosa no sucedió realmente hasta tiempos de Calixto II, en favor ya de Olegario de Tarragona. Desde hace tiempo se ha considerado que la parte del texto referida a Bernardo de Toledo y a la conmutación fue interpolado81. No obstante, el arzobispo Rodrigo de Toledo dice haber examinado una carta papal al respecto82, carta que debió ser la de Urbano II, o bien la de Pascual II (25 de marzo de 1101): 77  FACI LACASTA, J., “La restauración de Tarragona y la Primera Cruzada...”, p. 1.209. 78  FITA COLOMÉ, F., “Bula inédita...”, p. 97. 79  Urbano II no logró reinstalar la curia pontificia en Letrán hasta 1094. AYALA, C. de, El pontificado..., pp. 150-152; MORRIS, C., The Papal Monarchy..., pp. 121-126. 80  JAFFE, Regesta, I, Núm. 5674. 81  Porque sólo aparece en la recopilación del cuestionado Salazar. RIANT, Paul, Archives de l’Orient Latin, T. I, París, 1881, p. 129. 82  JIMÉNEZ DE RADA, Rodrigo, Historia de los hechos..., Lib. IV, Cap. 11. Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2018, pp. 218-268. ISSN: 0482-5748


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