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Revista Historia Militar Extra 1 2018

260 FERNANDO RODAMILANS RAMOS bajo amenaza de excomunión, y que levantase la sentencia de excomunión impuesta por el cardenal legado Gregorio contra el rey de León y contra los obispos que habían apoyado la citada unión, previo acatamiento del mandato pontificio226. Inocencio III decidió no enviar de nuevo a España al cardenal Gregorio de Sant’Angelo, que permanecía en la curia romana y vivió, al menos, hasta 1202. Quizás su edad o su salud lo impidieron, pero también puede responder a un modo distinto de intervención por parte de Inocencio III: el nuevo pontífice parecía querer dar un giro a la cuestión de los reinos hispanos, en el sentido de que pretendía y confiaba en que Rainerio arrancaría pronto garantías suficientes de los monarcas como para poder retirar las sentencias de excomunión y entredicho que habían sido fulminadas por su predecesor Celestino III y, específicamente, por el cardenal diácono Gregorio durante su segunda legación227. Alfonso IX, sin embargo, no estaba dispuesto a ceder fácilmente. Antes del envío del legado ya había mandado a Roma una embajada, tratando de convencer sin éxito a Inocencio III y a la curia con una gran suma de dinero, así como un ejército para la lucha permanente contra los almohades, a cambio de que se le permitiese mantener su matrimonio hasta que tuviera descendencia228. Los prelados del reino de Alfonso IX estuvieron de acuerdo en aceptar el matrimonio, e hicieron caso omiso a las sentencias de excomunión y entredicho anteriores, desobedeciendo, por tanto, a Roma, con la única excepción del obispo Juan de Oviedo, quien, como represalia, fue desterrado por el monarca. Al tener noticia de tal exceso, Inocencio III dio orden a su legado Rainerio para que se restituyese de inmediato al obispo en su sede (2 de mayo de 1198)229. Alfonso IX aceptó la restitución, pero se negó a ceder en la cuestión fundamental de su matrimonio. El 6 de junio de 1198 el Papa volvió a escribir a su legado Rainerio, esta vez para que hiciera observar las paces alcanzadas entre Portugal y Castilla, que se estaban viendo amenazadas230. Dichas paces han de ser aquella parte del acuerdo de Tordehumos que incumbía a Portugal. El rey Sancho I había informado a Roma de las maquinaciones de ciertos nobles en contra de los acuerdos, y el peligro se materializó cuando Alfonso IX, dando un paso más en el incumplimiento de las instrucciones pontificias, invadió el norte del 226  DOMÍNGUEZ SÁNCHEZ, S., Documentos pontificios..., Doc. 98, pp. 161-162; MANSILLA, D., La documentación..., Doc. 138, pp. 168-170. 227  MANSILLA, D., La documentación..., Doc. 140, pp. 171-172. 228  GONZÁLEZ, J., Alfonso IX..., pp. 101-102. 229  MANSILLA, D., La documentación..., Doc. 144, pp. 175-176; MIGNE, PL, CCXIV, Ep. CXXV, col. 115. 230  MANSILLA, D., La documentación..., Doc. 157, p. 185. Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2018, pp. 260-268. ISSN: 0482-5748


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