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Revista Historia Militar Extra 1 2018

272 IVÁN CURTO ADRADOS El ensañamiento –bajo la óptica de las fuentes– ejercido por los vikingos sobre la Iglesia ha sido explicado por una mayoría de historiadores y arqueólogos como una consecuencia de la concentración de riquezas dentro de los escasamente protegidos edificios religiosos, que parece haberlos convertido en víctimas propicias de la avaricia de los piratas. No obstante, otros estudiosos han considerado motivos ideológicos a la hora de interpretar el fenómeno, pues los paganos escandinavos pudieron estar formando parte de una “cruzada anticristiana” 6. Así lo barajó el historiador británico John Wallace-Hadrill, quien señaló en su obra directamente al sistema de creencias atávicas nórdicas como el “factor consciente y determinante detrás de los saqueos vikingos en territorio franco”7; o el arqueólogo noruego Bjørn Myhre, quien, tras analizar la evolución de contactos entre Escandinavia y las Islas Británicas –inicialmente pacíficos– determinó que la expansión del imperio cristiano de Carlomagno fue el detonante de la reacción violenta y anticristiana de los vikingos8. La visión teológica de las razias vikingas No sólo en los últimos tiempos se ha intentado responder al porqué de los ataques normandos. Ya en la Alta Edad Media el clero, faro de la intelectualidad de la época, se vio apremiado a buscar una explicación a la inusitada calamidad que se estaba desatando sobre su grey. Pese al limitado conocimiento de lo que podían ser las “causas reales” de la expansión escandinava9, desde la concepción cristiana del mundo se realizó una lectura de la nueva realidad, pudiendo determinarse que la llegada de los vikingos respondía a una manifestación de la voluntad divina, como lo eran también epidemias o fenómenos naturales10. 6  Este oxímoron es acuñación de Coupland, Simon: op. cit., pag. 536. 7  Wallace-Hadrill, John, M.: The Vikings in Francia. Universidad de Reading, Reading, 1975, pp. 8-13. 8  Myhre, Bjørn: “The beginning of the Viking Age –some current archaeological problems” en Faulkes, A. y Perkins, R. eds.: Viking Revaluations: Viking Society Centenary Symposium (14-15 May 1992), Viking Society for Northern Research, Londres 1993, pp. 188-199. Téngase en cuenta que las teorías discutidas por Wallace-Hadrill y Myhre, si bien adquieren sentido en el ámbito norteuropeo a comienzos del siglo IX, difícilmente justifican ataques posteriores y ajenos al “Lebensraum” escandinavo como los experimentados por los centros eclesiásticos de Iria o Tuy en la Península Ibérica, que no parecen regirse por motivaciones ideológicas. 9  Actualmente la comunidad científica sigue sin lograr acuerdo a la hora de definir qué causó la desenfrenada actividad desarrollada por los vikingos entre los siglos IX al XI. Toda clase de teorías y enfoques han tenido cabida a la hora de explicar un fenómeno que es, a todas luces, multicausal. Una breve síntesis de los principales planteamientos puede consultarse en Curto Adrados, Iván: Los vikingos y sus expediciones a la Península Ibérica, La Ergástula, Madrid, 2017, pp. 37-40. 10  Para un desarrollo de esta concepción en el reino franco ver Coupland, Simon: op. cit., pp. 535-554. Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2018, pp. 272-300. ISSN: 0482-5748


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