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Revista Historia Militar Extra 1 2018

294 IVÁN CURTO ADRADOS Una vez eliminada la amenaza normanda, Cresconio completó su actividad militar con la rehabilitación de las defensas compostelanas116 y la restauración del castillo de Torres de Oeste u Honesti (Catoira): un fortín situado en la desembocadura del Ulla, cuya finalidad era proteger el acceso marítimo por la Ría de Arosa y que, según la Historia Compostelana, se encontraba en un lamentable estado de conservación117. Si bien es verdad que tras la desaparición de Úlfr la Península dejaría de ser víctima de los vikingos, el Lobo-de-Galicia no fue el último guerrero escandinavo en posar sus pies Hispania, pues serían muchos más los que recalarían en nuestras costas, aunque ya en calidad de peregrinos o cruzados118. Conclusiones En nuestro recorrido hemos podido ver que toda la Europa cristiana interpretó los ataques vikingos desde la misma perspectiva teológica, sin embargo, la visión escatológica pareció diluirse según nos alejamos del epicentro de la expansión escandinava. Mientras que en los reinos anglosajones la disrupción pagana fue inconmensurable y bien pudo interpretarse como anuncio del fin de los tiempos, en la Península Ibérica, las arribadas normandas –tardías y esporádicas– nunca amenazaron la supervivencia del cristianismo noroccidental de la misma manera que sí lo hizo, durante siglos, el islam. La principal consecuencia de los encontronazos entre el clero hispánico noroccidental y los escandinavos fue el encastillamiento de los centros religiosos ubicados en el litoral, conscientes de que el mar se había convertido en una nueva frontera desde la que podían ser atacados monasterios e iglesias, como había ocurrido en el norte de Europa. A pesar de todo, la amplitud de este nuevo frente y la imprevisibilidad de las razias diluyó los esfuerzos fortificadores. Aunque la tradición conciliar europea fue explícita en su condena de la participación militar del clero, en los tres reinos estudiados hemos visto que la Iglesia apoyó ideológicamente la lucha laica contra los paganos, y en los tres apreciamos casos de eclesiásticos batalladores. Si embargo, la mayor condena a los clérigos guerreros parece haber provenido del ámbito franco a través de la pluma de Hincmaro de Reims, mientras que, en el caso 116  Téngase en cuenta que las defensas levantadas por Sisnando II debieron sufrir la devastación de las aceifas de Almanzor en 997. López Alsina, Fernando, op. cit., pp. 256-257. 117  Falque Rey, Emma: Compostellana, pp. 265-266; Falque Rey, Emma: Compostelana, pag. 343. 118  Más sobre cruzados escandinavos en Ferreiro Alemparte, Jaime: pp. 60-72. Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2018, pp. 294-300. ISSN: 0482-5748


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