Page 48

Revista Historia Militar Extra 1 2018

EL ASCENDIENTE ECLESIÁSTICO EN EL LENGUAJE BÉLICO… 47 mismos e a la tierra onde son. E esta guarda se debe fazer en quatro maneras. La primera, que guarden su cuerpo cotidianamente. E las otras tres son en tiempos señalados, así como en las huestes. Ca la una se faze quando alguno se alça en la tierra misma del rey. La otra, quando los enemigos entrasen en ella. E la tercera, quando el Rey entrasse en la tierra de los enemigos.”61. Especialmente vinculado al tema del ejército y de la guerra se halla el título XXI de la II Partida. En él se reflexiona y describe extensamente la caballería, “De los cavalleros e de las cosas que les conviene fazer”, por lo que ha sido al que mayor atención se ha prestado siempre por parte de los especialistas en la guerra y la milicia medievales. Por tal motivo y por el propio propósito de estas páginas no insistiré en su pormenorizado contenido, aunque sí parece obligado, al menos, recordar ciertas disposiciones donde se mencionan, por ejemplo, las virtudes que han de adornar al caballero: cordura, fortaleza, mesura y justicia62. El conjunto de las leyes alfonsíes, dedicadas a la caballería, se hallan estrechamente ligadas a la nueva imagen del guerrero que había ido desarrollándose desde fines del siglo X y más aún a lo largo de los siglos XI y XII. El concepto de miles Christi había emprendido su andadura exitosa en las obras de Odón de Cluny y de Bonizón de Sutri, “Vida de San Gerardo de Aurillac” y “Liber de vita christiana”, respectivamente. Y en ella profundizó años después Juan de Salisbury al afirmar la imposibilidad de hablar de auténtica milicia si no se alineaba al servicio de la fe y de la Iglesia, y si sus soldados no eran elegidos por Dios: “Pues el nombre de soldado lo es tanto por el trabajo como por el honor. Nadie se atribuye mismo el honor a sí, sino llamado por que sólo el Dios puede gloriarse del honor recibido”63. Pero fue, sin duda, del contenido de las actas de algunos concilios, como el de Compostela de 1125, así como del citado escrito de San Bernardo de Claraval para la Orden del Temple (1130) Liber ad Milites Templi. De Laude Novae Militiae, y de otros textos posteriores que se inspiraron en ellos, de donde el código alfonsí recogió mayor número de imágenes y principios que recorren el señalado título XXI, así como diferentes leyes destinadas a las obligaciones del monarca cristiano relacionadas con la guerra. Entre ellos, son reseñables los siguientes: el caballero ha de estar siempre al servicio de Dios y de la Iglesia; ha de proteger las iglesias y personas más débiles; la lucha contra los infieles está guiada por Cristo; los caballeros han de ser leales Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2018, pp. 47-76. ISSN: 0482-5748 61  Partidas, II, XIX, II. 62  Ibid., II, XXI, IV. 63  Policraticus, VI, 8.


Revista Historia Militar Extra 1 2018
To see the actual publication please follow the link above