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ha parecido que debe ser el Parlamento el que se haga cargo de ellos, y así lo entienden todos los grupos políticos. Se prevé que esto sea una realidad en los Presupuestos Generales del Estado para 2019, de lo que nos alegramos. Hasta ahora el Ministerio de Defensa ha cubierto esos gastos, y estamos muy agradecidos por ello. —¿El Ministerio de Defensa y el Parlamento apoyan al Observatorio? —El Ministerio lo ha respaldado en todo momento con la creación y dotación del órgano de trabajo permanente, dirigido por el general Carlos Sánchez Bariego; la prestación de apoyo administrativo en diversos ámbitos, como la publicación de nuestros informes; y la asignación de una sede. Por su parte, las Cortes, y en particular las Comisiones de Defensa de ambas Cámaras, han valorado el trabajo del Observatorio, y así se ha hecho constar, por ejemplo, en el último dictamen de la Comisión de Defensa del Congreso sobre nuestra Memoria-Informe. También figuran en el Diario de Sesiones diversas intervenciones de portavoces en este sentido. El aprecio se ha manifestado en numerosos encargos que se han añadido a las tareas previstas en la Ley Orgánica, alguna ley posterior y otros documentos. Sin embargo, el apoyo que nos han brindado las Cortes en estos años ha sido escaso. Confío en que las carencias se vayan subsanando en el futuro. —Las Memorias-Informes han abordado, como temas monográficos, la movilidad geográfica (2014), condiciones de vida (2015), retribuciones (2016) y enseñanza (2017). Además, el Observatorio elaboró un estudio sobre el acoso sexual, laboral y profesional. ¿Cuáles han sido sus conclusiones? —Es muy difícil sintetizar en pocas palabras las principales conclusiones de documentos que en total suman más de novecientas páginas. Animo a consultarlos en la página web del Observatorio (www.observatoriodelavidamilitar.es). Pero leyendo entre líneas todas las Memorias-Informe queda patente el carácter sacrificado de la profesión militar, una profesión dura, de riesgo, que «La movilidad geográfica afecta a miles de militares y el actual marco normativo no es el puede llegar a comprometer la vida. Es algo de lo que son conscientes todos los miembros de las FAS, pero que la sociedad solo conoce en contadas ocasiones. Ahora bien, este carácter sacrificado no puede servir de pretexto al Estado para descuidar aspectos fundamentales en lo retributivo, en las condiciones de vida y trabajo o en la protección social. La sociedad española ha experimentado en las últimas décadas un claro progreso en muchos ámbitos, que en ocasiones no ha tenido reflejo en los militares. —¿Qué recomendaciones del Observatorio se han llevado a la práctica? —Algunas de las propuestas contenidas en nuestros documentos han dado lugar a actuaciones o desarrollos normativos en línea con lo sugerido. Es un proceso que lleva tiempo, porque los aspectos normativos exigen un periodo de maduración y un procedimiento que no es inmediato, por lo que es preferible referirnos solo a las primeras Memorias-Informe, sobre movilidad geográfica y condiciones de vida. La ministra Margarita Robles, cuando el 27 de junio presentó en la Comisión de Defensa del Congreso las líneas generales de la política del Departamento, se refirió a un plan integral de apoyo a la movilidad y, a este respecto, citó al Observatorio. Igualmente, en el Real Decreto de 2017 por el que se modifica el Reglamento de Destinos del Personal Militar Profesional se siguieron 20 Revista Española de Defensa Noviembre 2018


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