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Una decena de los alumnos que han empezado su tercer curso de formación en la Academia General Militar conformarán la primera promoción de la denominada especialidad fundamental de «Aviación del Ejército de Tierra». Estos futuros tenientes pilotos de helicópteros ya no se incorporarán en su última fase de formación a las Academias de Infantería, Artillería, Caballería, Ingenieros, etcétera, como ocurría hasta ahora, antes de acometer su formación como pilotos, sino que pasarán a formarse directamente en la nueva Academia de Aviación del Ejército de Tierra, situada en la base Coronel Maté de Colmenar Viejo (Madrid). En junio de 2021, cuando reciban sus despachos lucirán en las solapas de sus uniformes las alas con la Cruz de Santiago que atestiguan su pertenencia a dicha especialidad. Se materializa así la aspiración que tenía el Ejército de Tierra de contar con una rama exclusiva para encuadrar a sus medios aéreos (helicópteros y drones) y los profesionales que los operan, en busca de un ahorro de costes y una mejor gestión de ese capital humano tan especializado. La nueva Academia fue creada oficialmente el 24 de octubre de 2017 mediante un Real Decreto que modificaba la denominación del antiguo Centro de En- fuerzas armadas Un alumno y su instructor en una práctica con partes y elementos de un EC-135, uno de los helicópteros de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra. señanza de Helicópteros del Ejército de Tierra (CEFAMET). Pero ha supuesto mucho más que un cambio de nombre o una adaptación orgánica. Como comenta el responsable del centro, el coronel José Antonio Fuentes, «la creación de la especialidad fundamental de Aviación de Ejercito responde a una doble necesidad: La principal, es la especificidad y complejidad que implica emplear los sistemas de armas de los que dispone actualmente el Ejército para operar en la tercera dimensión, como son los helicópteros y los RPAS siglas en inglés de Sistemas Aéreos Remotamente Tripulados». Por otra parte, se busca la máxima eficiencia de los recursos humanos y económicos. «La formación de pilotos y mecánicos de helicópteros requiere una inversión muy elevada, y se trata de poder rentabilizar al máximo la formación recibida por ese personal y evitar que pueda ir por circunstancias profesionales a destinos ajenos a esta capacidad». Y es que, «anteriormente —explica el coronel Fuentes—, cuando pertenecían a las Armas clásicas, sobre todo los pilotos, a veces decidían emprender otros caminos dentro de su Arma de origen, perdiéndose el elevado coste de su formación». El Reglamento de Especialidades Fundamentales de las Fuerzas Armadas, publicado en 2010, incluía una nueva especialidad denominada «Helicópteros» para la escala de suboficiales del Ejército de Tierra. Posteriormente, se decidió su extensión a la escala de oficiales, y además se modificó su denominación por la de «Aviación del Ejército de Tierra». Estos pilotos y especialistas se encuadran en los batallones de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (FAMET) y en Clase teórica en las aulas de la Academia de Aviación, donde se forman los futuros pilotos y especialistas en mantenimiento de aeronaves del Ejército de Tierra. Noviembre 2018 Revista Española de Defensa 37


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