Entrevista al general jefe del TEAR, GB. Roldán Tudela Infantería de Marina. Me atraía mucho la Armada, y quizás coincidió que en aquella época había comenzado el auge de este Cuerpo. Había cambiado su rol, tenía medios nuevos, se hacía mucha publicidad y también influiría el hecho de que tenía compañeros que estaban ya en el Escuela Naval y me hablaban muy bien de todo esto. Además consideré que la Infantería de Marina era mucho más especializada que el ejército de Tierra de entonces. Creo que esto fue lo que me decantó en mi elección. P.— Puede decirse que su vida ha estado vinculada al TEAR casi desde que salió de la Escuela Naval. ¿Qué se siente viendo ahora que toda esa trayectoria profesional ha culminado con el mando de esta Unidad? R.— Puedo decir que en mi trayectoria profesional he hecho realmente lo que me gustaba. Desde que salí de la Escuela Naval, tenía claro que quería ir al Tercio de Armada, ya que yo consideraba que lo que reunía la esencia, el espíritu del Cuerpo, era la Fuerza de Desembarco…Yo ya lo conocía, puesto que lo habíamos visitado siendo alumnos y durante los embarques de prácticas que realizábamos en el primer, segundo y tercer curso; además en 5.º, ya de alféreces, tuvimos ocasión de volver al TEAR a realizar un año completo de prácticas, integrándonos ya como oficiales y como jefes de una sección, lo que te brinda la posibilidad de conocer bien la Unidad. Así que al salir de la ENM tenía claro que quería venir al TEAR de cualquier forma. Lo pedí y tuve la suerte de que me lo dieran. Desde entonces casi toda mi carrera ha estado vinculada al TEAR, ya que he pasado aquí en todos mis empleos, excepto en el de coronel, y ahora he conseguido el principal hito, que es el de ser el comandante de brigada de esta Unidad. P.— Sus años de servicio y ahora este mando le dan sin duda alguna la posibilidad de analizar los cambios más importantes que han podido influir en esta unidad de la Infantería de Marina, ¿En qué medida considera que ha ido evolucionando la operatividad de la unidad? R.— Cuando llegué al TEAR en el año 1984 todavía existía el Servicio Militar Obligatorio, de lo que ya nos hemos casi olvidado, pero la verdad es que aquellos reclutas dieron mucho por el Cuerpo, y aún hoy se les sigue considerando una pieza muy importante, y se lo intentamos demostrar, ya que suelen venir por aquí algunos veteranos, que mantienen esa impronta y hacen gala de haber servido en la Infantería de Marina, a pesar de las diferentes trayectorias profesionales que escogieran cada uno de ellos; los hay que proceden del mundo de la política, funcionarios, magistrados, etc., que siguen queriendo mantener la vinculación con nosotros. El paso al ejército profesional ha sido sin duda uno de los cambios más importantes que yo he vivido a lo largo de mi carrera; pero si existe algo que haya influido más profundamente en la Unidad, quizás sea la participación en misiones en el exterior, porque es lo que ha condicionado la organización de la propia Brigada, junto con la lógica renovación del material, necesaria para hacer frente a las especificidades de las misiones, como las desarrolladas en Bosnia-Herzegovina, IRAK, HAITÍ, y las más reciente en MALI, además de nuestra integración en las operaciones que se están llevando a cabo en el Cuerno de África o en el Mediterráneo. El General de Brigada de Infantería de Marina Rafael Roldán Tudela, nació en Villacarrillo (Jaén) el 22 de febrero de 1961. Ingresó en la Armada en 1980 y recibió su despacho de teniente en 1985. En ese mismo año fue destinado como jefe de Sección de Fusiles al Tercio de Armada, Unidad a la que ha estado vinculado durante la mayor parte de su carrera. P.— General ¿cómo nació su vocación de infante de Marina? R.— Creo que en esto es determinante proceder, como es mi caso, de una familia que a mí me gusta calificar de «conjunta», ya que mi padre era del Cuerpo de Ingenieros del ejército de Tierra (ET) y tengo tres hermanos, el mayor es actualmente general de división del ET, el segundo es capitán de navío de la Armada, el tercero es coronel del ejército del Aire, y yo, el cuarto, escogí la
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