Personaje Ilustre “Desde nuestra llegada al parque de ar-tillería de Teruel sabíamos que en el fren-te que controlaban los republicanos en el puerto de Escandón estaba operando un capitán de artillería llamado Atilano y que gozaba de un cierto prestigio por el acierto en sus objetivos. De este hombre se contaba en Teruel ver-daderas proezas alcanzadas con los exactos disparos de su artillería. Creo que algo habría de cierto en la fama adquirida por el capitán Atilano, y buena prueba de ello la tuve unos dos meses des-pués en noviembre de 1937 de estos casti-gos artilleros, al haber sido herido vi la esta-tua del Torico que hay en la plaza principal de la ciudad turolense, la que presentaba un cañonazo en su base y otro casi en el mismo centro.” Incluso más adelante vuelve a comentar2: “Los cañonazos de Atilano no la habían respetado la fuente del Torico…Esto se co-mentaba por todo Teruel y así lo comentaban los mismos vecinos. Yo, como no lo vi, solo transcribo sus manifestaciones.” En el libro “Héroes o traidores” de Lloréns Casani, documentado en su mayor parte del diario de operaciones de la 1ª batería del RAL nº 10, al mando del capitán de artillería don Fernando Lloréns Pérez Casariego (Fi-gura 1) y que desde agosto de 1936 defendió Teruel, para engrandecer aún más la leyen-da, se puede leer: “En ocasiones los certeros disparos de la batería de Atilano, comenta el capitán Llo-rens, conseguían sus objetivos…Como artille-ro reconozco que sus disparos estaban muy bien calculados…”.3 Si nos damos una vuelta por la red, pode-mos comprobar lo extendido que está entre los blogueros esta historia de Atilano y su artillería, podemos leer, por ejemplo, en la página denominada “los cojones de Atilano4” o “historiagon.com5” la leyenda de la artille-ría republicana que, para demostrar su pe-ricia, según cuenta el mito, disparó desde la (2) Carrasco Canales, José: op.cit., pág. 69. (3) Lloréns Casani, Milagro y Fernando: Héroes o traidores Héroes o traidores. Teruel, la verdad se abre camino. Ediciones Llorens. Distribuciones J. Martínez. (Linares) Jaén, pág. 174. (4) http://cesmaragon.blogspot.com.es/2011/11/los-cojones-de-atilano. html#!/2011/11/los-cojones-de-atilano.html (accedido 30 de noviembre de 2017). (5) https://historiaragon.com/2017/01/08/la-batalla-de-teruel/ (accedido 30 de noviembre de 2017). 4 MEMORIAL ARTILLERíA, nº 174/2 - Diciembre de 2018 de Figura 2. Cómic Dr. Uriel, obra de Sento. Cortesía de Sento, autor del cómic lejanía a la columna que sostiene el torico turolense. También podemos encontrar alusiones en las novelas sobre la Guerra Civil como “La fiel infantería” de Rafael García Serrano donde escribe este pasaje6: “Atilano era el 12,40 ruso. Por lo general utilizaba a esas horas un aburrido tiro de hostigamiento. Pero aquello iba en serio. Se-guía Atilano —el cabrón de Atilano— atizando en las ruinas, escarbando en las miserias.” De este mismo autor en su libro “Dicciona-rio para un macuto”7 abre el diccionario con la palabra Atilano que define: “Cada vez que se nombraba a Atilano se hacia una referencia —por cierto, nada su-til— a su mujer, a su madre o a sus propias y nefandas costumbres. Atilano es el gran coco de la batalla de Teruel —frío aparte—, y hay diversas opiniones sobre su origen. Ri-cardo Fernández de la Reguera, el gran nove-lista, dice en Cuerpo a tierra, al hablar de la lucha en torno a Teruel: «Sonaba el nombre del comandante Morato y se pronunciaba con deje casi supersticioso el del capitán Atilano, un artillero enemigo, cuya ubicuidad parecía prodigiosa —si se hubiera de creer a los solda-dos—, pues sele endilgaba el mando de todas y cada una de las baterías del frente. Apenas estallaba un proyectil en cualesquiera de las innumerables posiciones, los soldados excla-maban: «¡Ya está ahí el m... de Atilano!»”. La leyenda es tan auténtica que ya ha sal-tado al mundo de los cómics, y podemos ver al capitán Atilano apuntando y disparando las piezas de su batería en las viñetas de la novela gráfica Dr. Uriel8 durante la batalla de Belchite (Figura 2). (6) García Serrano, Rafael: La fiel infantería. Editorial Planeta. 1980. Barcelona. pp. 181-182. (7) García Serrano, Rafael: Diccionario para un macuto. Editorial Pla-neta. Barcelona. 1979. 2ª edición. pp. 29-30. (8) Sento Llobell: Dr. Uriel. Ediciones Astiberri, 2017, pág. 202.
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