Page 32

RED_360

Comandante Juan José Pereda, jefe de la base Gabriel de Castilla «Transmitimos confianza a los científicos» Los científicos nos han manifestado en muchas ocasiones que los militares les transmitimos la serenidad y la confianza precisas para desarrollar su trabajo en toda su extensión, sobre todo cuando la climatología es particularmente adversa». Así lo indica el comandante Juan José Pereda López, jefe de la base antártica Gabriel de Castilla. Para este burgalés de 42 años, que ha ocupado destinos operativos en unidades de infantería y ha intervenido en las misiones de Kosovo y Líbano, a las que sigue vinculado desde su puesto en el Centro de Situación del Ejército de Tierra, la experiencia en uno de los entornos más duros del planeta ha resultado «muy satisfactoria, tanto en lo profesional como en lo humano». —¿Cuáles han sido las novedades de esta campaña? —Partiendo de que cada campaña es distinta de la anterior, ya que se caracterizan por los diferentes proyectos científicos que las definen y dan contenido, en esta hemos apoyado el desarrollo de dos proyectos de estudio de animales, los pingüinos y los lobos marinos, que nos han apasionado y alentado en gran medida. El trabajo con estas especies, a quienes no somos biólogos, nos estimula de manera especial. —¿Qué resultados se han obtenido? —Es pronto aún para emitir conclusiones sobre las investigaciones realizadas, puesto que, en su mayoría, los proyectos son plurianuales. Conocida esta condición, parece que estamos inmersos en una fase volcánica de estabilidad, como nos han explicado los vulcanólogos y el personal que analiza la deformación física del volcán de la isla Decepción. Por su parte, los científicos que estudian seres vivos aseveran que el cambio climático y la menor disponibilidad de hielo en el invierno afecta al desarrollo de la base alimenticia trófica de la fauna en la Antártida, por lo cual varias especies deberán modificar territorialmente sus hábitos alimenticios o aumentar su espectro de capturas. —¿Y en cuanto a la investigación militar? —Hemos conseguido, vía radio, enlazar con el Regimiento de Transmisiones Estratégicas en Las Palmas de Gran Canaria, salvando los 13.000 kilómetros que nos separan. Ello ha sido posible gracias al cambio de antenas y de aparatos emisores. Asimismo, hemos puesto en funcionamiento un aparato de telemedicina táctico y transportable, de manera que nuestro facultativo puede estar enlazado con el Hospital Central de la Defensa en todo momento y desde cualquier punto de la isla. En lo referido a la experimentación, hemos contado con el equipamiento personal de clima extremo que el Ejército de Tierra ha diseñado para la operación en Letonia, cuyo rendimiento se ha comprobado en el otro polo terrestre, el antártico. —La base llevaba cerrada nueve meses en un clima muy adverso para la conservación de la infraestructura. ¿Se han realizado reformas en las instalaciones? —Continuamente se desarrollan actividades que tratan de mejorar las instalaciones científicas y de estancia del personal que se aloja en la base, sobre todo de mantenimiento. En esta campaña, personal del Centro Universitario de la Defensa (CUD) adscrito a la Academia General Militar, de Zaragoza, ha montado un mirador en el módulo de vida con una tecnología que permitirá en el futuro ahorrar un 85 por 100 de la energía que, en estos momentos, utilizamos para dar calefacción a los módulos. Y apoyados también por el CUD, hemos retirado los ya obsoletos iglúes con el fin de construir el próximo año una estructura modular experimental con esa tecnología. —¿Cómo han sido las relaciones de los militares con los científicos? —Excepcionales en todo momento. El aprecio que los investigadores muestran por los miembros de mi dotación durante el desarrollo de sus actividades y en el momento de su marcha va mucho más allá de la relación profesional, creando unos fuertes vínculos de camaradería. 32 Revista Española de Defensa Abril 2019


RED_360
To see the actual publication please follow the link above