MEMORIAL DE INGENIEROS N.º 102 102Información general y varios También es sabido que el apoyo social puede reducir el impacto de las demandas e impulsar el crecimiento personal (Bakker, De Jonge, Demerouti y Janssen, 2001), modulando el estrés e incrementando la habilidad para manejarlo, a la vez que puede aumentar el “engagement” (García-Renedo, Llorens, y Salanova, 2005). Sin embargo, el estamento castrense, similar en algún modo al del cuerpo de bomberos, es una organización jerarquizada que implica una estructura mando-subordinado basada en la supervisión y corrección, siendo aquí donde las características del LT pueden impulsar al desarrollo de la cooperación y apoyo social dentro de la unidad, reportando beneficios para afrontar con garantías el estrés, desarrollando en los subordinados la RE pretendida. Bonanno (2004) ha estudiado la RE como variable protectora ante el trauma psicológico, como habilidad personal natural que permite gestionar, superar y adaptarse a la experiencia traumática, resultando en un crecimiento personal, es decir, suponiendo una superación y un refortalecimiento personal. En relación a lo anterior, algunos autores afirman que ser el LT dispararía el afecto positivo, la RE y otros aspectos relacionados (Bakker, Tims y Xanthopoulou, 2011), de ahí la importancia de conocer la relación entre estas variables. Figura 3. Soldados sometidos a situaciones estresantes Liderazgo, Cohesión, Iniciativa Personal y Resiliencia A pesar de la importancia del trabajo equipo de nuestras Fuerzas Armadas y sectores dedicados a las emergencias, se observa que no son muchos los estudios empíricos específicos que relacionen las variables de estudio. Algunos autores afirman que el LT es el único estilo de liderazgo que puede potenciar la CO en el ejército (Hardy et al., 2010). Pillai y Williams (2004) estudiaron la relación entre CO y LT, obteniendo que sí existe relación y que el estilo de liderazgo influye en el compromiso y en la percepción de las unidades de bomberos, consistentemente con los estudios de Bass (1996). Además, Arthur, Callow, Hardy, Hardy y Smith (2009), observaron que la aceptación grupal, la promoción del trabajo en equipo, las altas expectativas de rendimiento y la consideración grupal en la tarea predecían la CO. Sin embargo, Avolio y Bass (2004) encontraron resultados opuestos a los encontrados, ya que al emplear el cuestionario MLQ- 5X observaban que este no captaba completamente dicho estilo. Como dice García-Guiu López et al. (2015), el liderazgo no solo se desarrolla directamente como consecuencia del comportamiento del líder, sino que hay una serie de procesos indirectos como la CO y la identificación grupal. De este modo, la identificación grupal es un determinante de la CO y debe ser considerado en los programas de instrucción de las unidades con el fin de ser potenciada. Respecto a la IP, Herrmann y Felfe, (2013) confirmaron que el efecto del LT era más elevado cuando las personas tenían alta IP, indicando que la influencia del estilo de liderazgo depende de la tarea y de las características de los seguidores. Por su parte, Michaelis, Stegmaier y Sonntag, (2010) demostraron que este estilo estaba fuertemente relacionado con la implementación de la conducta innovadora en los seguidores y que
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