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Aníbal, uno de los mayores tácticos de todos los tiempos, supo como ningún otro combinar las cualidades de sus aliados hispanos y númidas con la solidez de las falanges cartaginesas, y superó a los romanos en el campo de batalla a pesar de la mayor potencia de combate de las legiones. El modo de hacer la guerra de los antiguos hispanos, sin embargo, no garantizaba el control permanente del territorio. Recurrieron desde tiempos ancestrales a fortificar sus ciudades y poblamientos menores (castros). Los hispanos sobresalieron en la defensa de sus ciudades, que era cuidadosamente preparada, con una adecuada fortificación en la que el obstáculo (zanjas, piedras clavadas, etc.) tenía un valor primordial, y sostenida por una voluntad de resistencia sobrehumana que, como en el caso de Numancia o Sagunto, fue un ejemplo para todo el mundo clásico. Como se ha dicho anteriormente, las salidas o contraataques rápidos eran una parte fundamental de la defensa y en Numancia impidieron un asedio eficaz de los romanos hasta la llegada de Escipión Emiliano. ENSEÑANZAS PARA LA GUERRA FUTURA Paradójicamente, el modo de combatir de los celtíberos se adapta más a 94  /  Revista Ejército n.º 946 • enero/febrero 2020 la guerra moderna que el del ejército romano. Las formaciones cerradas ya no tienen cabida en la era de las armas de fuego; sin embargo, la mayor similitud de las legiones con los ejércitos modernos, deudores de ellas en muchos conceptos, facilita la extracción de enseñanzas. Seguidamente se exponen las más relevantes para el desarrollo de la Fuerza 2035. — La maniobra hispana, basada en la sorpresa, el engaño, y sacando el máximo provecho del terreno y el movimiento, es el modo más eficiente de empleo de una fuerza armada y puede constituir la única posibilidad de éxito frente a un enemigo superior. El Ejército de 2035 debe ser una fuerza ágil, capaz de conducir un combate basado en la maniobra rápida y la sorpresa. — Este tipo de maniobra solo es posible si se cuenta con fuerzas capaces de preparar la batalla mediante el reconocimiento, incursiones y otras acciones preliminares, extender el combate por todo el espacio de batalla amenazando flancos y retaguardia enemiga y aprovechar el éxito o proteger el repliegue1. La caballería hispana, muy superior en cantidad y calidad a la romana, fue la responsable de estos cometidos. El hecho de que la infantería hispana fuera igualmente móvil y ligera no disminuyó su papel, al contrario, realzó su contribución a una fuerza móvil y maniobrera. La organización tradicional y actual del Ejército español mantiene el arma de caballería, que cumple las mismas misiones y está animada por el mismo espíritu. Su adecuada contribución a la Fuerza 2035 es esencial para conseguir una verdadera superioridad en la maniobra futura. — La infantería pesada, potente, flexible y bien protegida es el mejor instrumento para el enfrentamiento directo en el campo de batalla, como demostraron las legiones romanas. La combinación de carros/ mecanizados cumple hoy ese papel y, dotada de los últimos avances tecnológicos, los seguirá manteniendo en el 2035. — La capacidad de hostigar al enemigo en toda la profundidad de su despliegue que mostraron los guerreros celtíberos es relevante La maniobra hispana, como la utilizada por el caudillo lusitano Viriato, constituye una posibilidad de éxito frente a un enemigo superior. Estatua a Viriato. Plaza de Viriato (Zamora)


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