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29 Fernando Delage La estrategia asiática de Xi Jinping pondremos en riesgo nuestros intereses fundamentales, o que permitiremos que nuestra soberanía, seguridad o desarrollo se vean perjudicados”. Nunca hasta la fecha se había señalado de manera tan rotunda que el desarrollo pacífico de China no se producirá a costa de sus intereses nacionales. Y si tradicionalmente se entendía que esos intereses fundamentales se referían a Taiwán, Tíbet y Xinjiang, la descripción genérica del presidente “soberanía, seguridad y desarrollo” también incluye sus derechos e intereses marítimos, como reiteraría de manera explícita unos meses más tarde. China, gran potencia militar. Junto con la realización del “Sueño Chino” y una posición más firme sobre los intereses nacionales, otra prioridad oficial es el desarrollo de las capacidades militares. En diciembre de 2012, durante su primera visita oficial fuera de Pekín, Xi lanzó en la Región Militar de Guangzhou el siguiente mensaje al Ejército de Liberación Popular (ELP): “Para lograr el gran rejuvenecimiento de la nación china, debemos perseguir con firmeza el objetivo de un país rico y unas fuerzas armadas poderosas”; un ejército, añadió, que “debe estar preparado para luchar así como para ganar”.37 Si Deng Xiaoping y sus sucesores al frente del gobierno hicieron hincapié en la modernización económica como clave para el ascenso de China, la declaración de Xi supone un claro reajuste, al perseguirse simultáneamente el status de gran potencia militar. Los actuales dirigentes chinos han prestado especial atención a la dimensión marítima, como corresponde a su relevancia por distintos motivos: las reclamaciones territoriales ya mencionadas; su papel en el desarrollo económico (tanto por el acceso a recursos naturales como por la necesidad de protección de las rutas marítimas para sus suministros energéticos y su comercio); y el imperativo estratégico de intentar reducir la presión desde su periferia por parte de otras grandes potencias (Estados Unidos en particular). El desarrollo de las capacidades navales chinas, impulsadas oficialmente desde 2007, ha sido objeto de un nuevo empuje. El XVIII Congreso del Partido Comunista (noviembre de 2012), indicó que China debe “salvaguardar sus derechos e intereses marítimos y convertirse en una potencia marítima”.38 Este objetivo forma parte central por tanto de la estrategia de seguridad nacional china, como confirmaría en julio de 2013 una sesión monográfica del Politburó. Xi Jinping indicó en dicha ocasión que la República Popular “recurrirá a medios pacíficos y a la negociación para resolver diferencias, y se esforzará por salvaguardar la paz y la estabilidad”. Pero, precisó: “bajo ningún concepto abandonará sus derechos e intereses legítimos, ni cederá en sus xzz3H3DKNKVp (última consulta 12.1.15). 37  Véase ZHANG Baohui. “Xi Jinping, ‘Pragmatic’ Offensive Realism and China’s Rise”, Global Asia, vol. 9, núm. 2 (Verano 2014), p. 74, http://www.globalasia.org/article/xi-jinping- %E2%80%98pragmatic%E2%80%99-offensive-realism-and-china%E2%80%99s-rise/ (última consulta 12.1.15). 38  “Full Text of Hu Jintao’s Report at 18th Party Congress”, Xinhua, 17 noviembre 2012, http:// news.xinhuanet.com/english/bilingual/2012-11/18/c_131982275_12.htm (última consulta 12.1.15). http://revista.ieee.es/index.php/ieee


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