Page 92

MEMORIAL INGENIEROS 90

JULIO 2013 91 causas, por el avance de las tecnologías) la impronta del “ingenio” que caracteriza a la Institución, así como el “valor” que ”se supone” a todos los ejercitados en las armas (hasta que lo demuestran). Esta diversidad de destinos o especialidades, su multiplici-dad de cometidos, se ha visto restringida con la necesaria y acertada Ley 17/89, que venía a completar y reforzar aquella otra Ley de Reclutamiento de la Oficialidad, de 12 de septiembre de 1932, a dos Especialidades Fundamentales9. Así, aunque se inició en las especialidades del Arma dentro del Grupo de Ingenieros de Tenerife (en Telégrafos), posteriormente pasa al Regimiento de Telégrafos, luego Regimiento de Radiotelegrafía y Automovilismo (en Automovilismo en 1930, y más tarde a Radiotelegrafía en 1931-32), y, tras la reorganización, como Agrupación de Radiotelegrafía y Automovilismo de Áfri-ca (nuevamente a Automóviles). Continuó en la especialidad en el Grupo Automovilista (tal vez mejor “de Automóviles”) de África, y por último en el Servicio de Automovilismo de Marruecos. Y acabó prestando otros (amplios) servicios, como se ha citado, en su cargo como Jefe de la Comandancia de Ingenieros del Alcázar de Toledo, que pasamos a comentar. Comienza la acción, como la sitúa Casas de la Vega, en el día 17 de julio por la no-che, que es cuando llega a Toledo la primera noticia del Alzamiento. Al día siguiente se producen concentraciones de jefes, oficiales y suboficiales en la explanada norte del Alcázar. Otro tanto ocurre en la Comandancia de la Guardia Civil, que alerta y da instruc-ciones a sus destacamentos. Mientras, los afiliados a los partidos del Frente Popular lo hacen en la Casa del Pueblo. Algunos están armados y todos son presa de una gran excitación. Los falangistas se reúnen con los de Acción Popular en el Círculo. Poco después, la presencia de un destacamento de la Guardia Civil, situado en la plaza de Zocodover, garantiza el orden por el momento. Pero la suerte ya está echada. En las pri-meras horas de este día 18, Toledo aparece dividido en dos grupos irreconciliables, ya contendientes, y el ataque aislado a una patrulla armada de la Guardia Civil acaba por deslindar sus campos. Por el momento va a ser una guerra de comunicados, noticias y suposiciones. De un lado, intentando alargar la situación, sin por el momento compro-meterse; presionando cuanto se pueda e intentando suavizar la amenaza. Es la que co-rresponde a una fuerza aislada, próxima ya a su cerco, el asedio del Alcázar, a la espera de las comprometidas fuerzas liberadoras. Del otro, al del Gobierno de la capital, con el respaldo de más de media España, a tan solo 70 km, con toda la fuerza en su mano10. Así, en un primer momento, cumpliendo órdenes, acompañado de un teniente y un cabo de la Guardia Civil, incauta la Telefónica de la Plaza, empezando por intervenir las conferencias interurbanas y aislar aquellos teléfonos de los centros ocupados por el bando opuesto. Dentro del poco tráfico telefónico propio, citar (mientras “... el Mi-nisterio de la Gobernación no cesaba de hablar con los pueblos”) el mantenido con el propio Ministro, al que, tras mantener una discusión, se le acaba colgando el teléfono. Asimismo, inutiliza el gabinete telegráfico del Gobierno Civil de Toledo. Mediante la con-testación de informes con datos falsos o incompletos se contribuiría a lo que llamamos acciones de decepción y engaño del enemigo. También a la obtención de datos sobre movimiento de tropas. De las republicanas procedentes de Madrid, por la simple infor-mación directa de las centrales telefónicas de los pueblos por donde pasan, para unos “muchos... sesenta camiones...; (para otros) cien con artillería...”. Al rato la conversación es con la columna del general Riquelme, primero con el segundo Jefe (capitán León), con una conversación distendida pero de claro posicionamiento, en la que no faltan las presentaciones de los interlocutores ni las amenazas finales. Después vendrá otra similar con el propio Riquelme. Más tarde es una llamada del Ministro de la Guerra, al que se le contesta, pero no se aclara nada, que acaba con un “Póngase al habla con él


MEMORIAL INGENIEROS 90
To see the actual publication please follow the link above