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REVISTA HISTORIA MILITAR 117

BERNARDO DE GÁLVEZ Y LAS OPERACIONES DEL EJÉRCITO… 205 EL ESCENARIO EUROPEO Los planes iniciales franco-españoles habían contemplado la invasión de Gran Bretaña, aunque finalmente esta opción fue desechada, en contra de la opinión española. La recuperación de Gibraltar sería el objetivo priorita-rio para la Corona española en el teatro de operaciones europeo. A finales de 1779 se concentró una gran parte del Ejército español en torno a Gibraltar, en las provincias de Cádiz y Málaga. Los años siguientes se intentaría rendir la plaza mediante sitio formal y un ataque naval a cargo de baterías flotan-tes. Para el sitio se reforzaron los efectivos hasta los 40.000 hombres. El ataque de las baterías flotantes, efectuado el 17 de septiembre de manera precipitada por las presiones políticas francesas resultaría un completo fracaso, quedando Gibraltar en manos británicas mediante la paz firmada en Versalles el 30 de enero de 1793. En Cádiz se preparó al mismo tiempo una expedición contra Menorca. Las fuerzas atacantes se componían de unos 12.000 hombres de los ejércitos francés y español. Varios de los Cuerpos españoles se retirarían del bloqueo de Gibraltar. El 21 de agosto la escuadra combinada llegó frente a la costa de Mahón, donde se alzaba la principal defensa, el fuerte de San Felipe. El asedio transcurrió durante los seis meses siguientes, capitulando la guarnición el 16 de febrero de 1782. LA SITUACIÓN EN ULTRAMAR Al otro lado del océano, el sistema defensivo de la Corona española sufría una nueva prueba de fuego. Este sistema se había diseñado en 1763, tras la toma de La Habana por los ingleses. Se basaba fundamentalmente en los siguientes elementos: −− Unas unidades de Dotación permanentes, los “Regimientos Fijos” −− Un núcleo de tropas, compuesta por voluntarios locales denomina-das Revista de Historia Militar, 117 (2015), pp. 205-230. ISSN: 0482-5748 “Milicias”. −− Unas tropas de refuerzo del ejército metropolitano, enviadas cuando fueran necesarias, o “Tropas Veteranas”. −− Unas fortificaciones en las ciudades principales y puntos estra-tégicos. El empleo de estos elementos se encontraba en unos documentos de-nominados “Planes de Defensa” en los que se detallaban para cada pro-vincia las amenazas más probables y la forma de contrarrestarlas. Figuras destacadas de todo este planteamiento defensivo fueron el Conde de Ricla, Alejandro O’Reilly y el Ingeniero Agustín Crame.


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