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REVISTA IEEE 3

190 Revista del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) Núm. 3 / 2014 China”14. Para Pekín, sin embargo, el galardón fue una “obscenidad”. El Gobierno rechazó las peticiones de clemencia que le enviaron numerosas ONG internacionales y jefes de Estado, como el presidente norteamericano Barack Obama, y se negó en redondo a permitir que Liu Xiaobo, su esposa Liu Xia, o cualquier otro familiar o amigo del preso político viajara a Oslo para recoger el premio que, por primera vez en 75 años, fue depositado sobre una silla vacía. Amnistía Internacional (AI) no solo sigue empeñada en la liberación de Liu Xiaobo, sino que además ha realizado una amplia campaña en apoyo de la poetisa Liu Xia, quien se encuentra bajo “detención domiciliaria ilegal”15 desde que se ordenó el encarcelamiento del marido. También se encuentra entre los disidentes más reconocidos el escritor Harry Wu, autor entre otros títulos de Vientos amargos16, una autobiografía en la que describe sus más de veinte años de confinamiento en distintos campos de reforma por el trabajo (laogai) o de reeducación por el trabajo (laojiao) Luchador implacable contra los abusos, la tortura y las violaciones de los derechos humanos que supone el sistema de campos y prisiones chino, Wu creó en EE UU, país al que se exiló, la Fundación para la Investigación del Laogai -que aún preside-, cuya web publica numerosos casos de abusos de los derechos humanos. La Asamblea Popular Nacional (APN), que hace las veces de Parlamento en China, aprobó formalmente, el 28 de diciembre de 2013, la decisión de los nuevos líderes del PCCh Xi Jinping, secretario general y jefe del Estado, y Li Keqiang, miembro del Comité Permanente del Buró Político y primer ministro de abolir los campos de refor-ma y reeducación por el trabajo, donde los ciudadanos podían ser internados sin juicio hasta cuatro años. Human Rights Watch (HRW) y otras ONG siempre denuncia-ron que estos campos y otras “instalaciones de detención secretas e ilegales conocidas como cárceles negras”17 violan la ley internacional de los derechos humanos y que la tortura y otros malos tratos son “endémicos” en esos lugares. Según los datos hechos públicos en su día por el Ministerio de Justicia, en 2008 había en funcionamiento 310 campos de reeducación, con un total de 160.000 internos, si bien la cadena pública de televisión CCTV elevó el número de reclusos hasta los 310.000. La abolición de los laogai es sin duda un paso en la buena dirección, pero Amnistía Internacional y Human Rights in China, una ONG que tiene su sede en EE UU, sostienen que aún hay un largo camino por recorrer en cuanto a la independencia del sistema judicial. Critican las detenciones y los arrestos arbitrarios de las perso- 14  Puede obtenerse más información en la web: http://www.nobelprize.org/nobel_prizes/peace/laureates/ Consultado el 17/05/2014 15  https://www.es.amnesty.org/actua/acciones/china-liberen-liu-xia/ Consultada el 17/05/2014 16  Wu, Harry, Vientos amargos, Barcelona: Libros del Asteroide, 2008 17  http://www.hrw.org/es/news/2011/01/11/china-human-rights-action-plan-fails-deliverchina-decepciona- plan-de-acci-n-de-derec Consultado el 16/05/2014


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