Page 105

AEROPLANO 31

bo. La mayor dificultad con que tropieza el observador es la visión oblicua del terreno, por lo que se trataba de alcanzar la altura máxima posible, mayor de 800 m en condiciones normales. Los modelos de globos utilizados en el Servicio de Aerostación podían alcanzar alturas entre 1.200 a 1.500 m, con uno o dos observadores. Admitiendo como límite de oblicuidad la inclinación del rayo visual de 1/10 sobre el horizonte, la distancia máxima de observación favorable para una altura de 1.500 m, sería de 15 km. a partir del pie de globo. Otro importante factor a considerar era la situación en relación con la distancia a la zona a vigilar, donde situar el pie de globo, es decir el punto de ascensión. Este extremo, a su vez venía condicionado por tres limitaciones: las condiciones atmosféricas, el terreno y la seguridad de empleo. La bruma, la lluvia, los vientos violentos, las nubes bajas y otros agentes atmosféricos adversos impedían casi siempre la prestación de un servicio de observación. Las nubes bajas permiten ver con más claridad los destellos de la Artillería y el empleo de aparatos de transmisión ópticos, pero, por otro lado, la altura del globo se ve muy reducida, por el hecho de que se debe situar al aeróstato 500 m por debajo de las nubes. La lluvia aumenta la carga del globo en unos 100 kg, lo que puede dificultar alcanzar la altura conveniente. Si existen descargas eléctricas, existe riesgo de incendio. El viento es un factor determinante, pues con velocidades superiores a 18 m/s. el empleo de los prismáticos prácticamente no es posible. El cable de retención que unía el globo a tierra debía soportar, en condiciones normales, una tracción de 700 kp, estando éste a una altura de 1.000 m. La velocidad del viento en este caso sería de 25 m/s. Vientos mayores y racheados producen en el cable tensiones de tracción mayores, con grave riesgo de rotura además de grandes oscilaciones de la barquilla que imposibilitan la observación. Los aerosteros estimaban que el límite podía encontrarse en los 60 m/s, si bien en esas circunstancias… mejor no subir. La importancia de las condiciones atmosféricas era tan vital, que el informe meteorológico previo a la ascensión era decisivo y la Meteorología constituía una de las asignaturas que se impartían en los cursos de piloto y observador. Los aerosteros siempre miraban al cielo. El terreno condicionaba el empleo de la observación. La visibilidad del despliegue enemigo mejora, evidentemente, acercando el globo a sus líneas, pero siempre que, en función de su altura, se encuentre dominando las trayectorias de las piezas de pequeño y mediano calibre de su artillería. La distancia de seguridad se establecía entre los 6 ó 7 Km. del frente, en términos generales. El pie de globo había que situarlo en un punto no visible por la observación terrestre enemiga, en una ladera a contrapendiente y alejado de puntos característicos de referencia. El campamento de la Unidad aerostera se situaba a unos 3 ó 4 km del pie de globo, dependiendo de los itinerarios de acceso y siempre desenfilado de la observación terrestre enemiga y de la aerostera si fuera posible. Colocar un globo en el aire no era tarea sencilla, ya que había que trasladarlo inflado desde el campamento hasta el pie de globo, maniobra que realizaba la Sección Aerostera sujetándolo con el cordaje de amarre y retención y utilizando la llamada polea pazteca20. El estudio del itinerario era fundamental para determinar los obstáculos, pasos de ríos, terraplenes, etc.…, que se podrían encontrar, principalmente las líneas eléctricas y telefónicas. En otras ocasiones se realizaban marchas a pie, por traslado del emplazamiento o del campamento, como ocurrió en la primera Campaña de Marruecos (1909) cuando el 26 de septiembre de ese año la Sec- 103 Barquilla de un globo cautivo Caquot en la campaña de Melilla en 1922. (Prensa local). Un anemómetro, para medir la velocidad del aire. Un barómetro- altímetro para medir la altura. Una brújula para la orientación de la observación. Un estatóscopo, para medir pequeñas variaciones de presión y saber si el globo descendía o ascendía. Unos gemelos o prismáticos. Un linterna, si la observación era nocturna. Dos paracaídas individuales o un paracaídas de barquilla. Un teléfono o un inductófono. Una bocina. Un machete. Material de dibujo. Cartografía de lugar de observación. Además de este equipo en el globo se llevaban los sobres lastrados de lona que unidos a una argolla se enganchaban al cable de retención y se soltaban. Era el sistema de “seguridad”, ya que se empleaba para enviar al mando informes secretos o confidenciales. También disponían los aerosteros de dos banderas, blanca y roja, cuya finalidad era avisar al carro torno para que iniciara las maniobras de subir, bajar o detener la maniobra. Cuadro 4 Equipamiento de una barquilla de globo cautivo


AEROPLANO 31
To see the actual publication please follow the link above