crónicas de a bordo En lo que concierne a la dureza de esta misión desde el punto de vista de la navegación, la convivencia a bordo, etc., nos comenta: «La dureza de la Campaña es proporcional a su duración. Aunque a bordo contamos con muchas facilidades para estar en contacto con nuestras familias, a medida que pasan los meses se va haciendo duro a causa de la nostalgia. Afortunadamente el ambiente a bordo entre la dotación ayuda a paliar esta situación y aligera el paso de los días». Por otra parte nos dice que esta experiencia «En lo personal me ha aportado la oportunidad de una vivencia única. Seguro que cuando tenga nietos a quien contarles mis aventuras seré la estrella de entre todos los abuelos. En lo profesional está siendo como empezar casi desde cero. Hay muchas facetas nuevas producto de la navegación entre hielos y en lugares tan angostos que se te ponen los pelos de punta al pasar por ellos. No tiene nada que ver con nada de lo conocido». Y también nos descubre qué recuerdos guardará de esta campaña: «Guardaré unos recuerdos únicos que se archivarán junto a los vividos en el Juan Sebastián de Elcano en el apartado de «Recuerdos Privilegiados», aunque el mejor de los recuerdos será el de los muchos compañeros que me acompañan en este viaje». En definitiva, ¿recomendaría esta experiencia a sus compañeros?: «Recomendaría esta experiencia a todo aquel que fuera capaz de disfrutar de ella. No creo que sea un destino como cualquier otro. Hay que saber dónde se viene y qué es lo que hay que dar de sí, un error en ese sentido puede convertir la experiencia en algo muy pesado». 22 BIP MRO (OSM) Sergio Vidal March Destino Oficina/Detall. Es su primera experiencia antártica y, lo que es más, su primer destino en la Armada, por lo que no nos puede ofrecer las diferencias entre éste y el resto de buques de la Armada: «lo que puedo decir es que todos los destinos a bordo trabajan al unísono para cumplir con la misión encomendada». Tampoco puede saber acerca de la existencia o no de esa llamada «fiebre blanca»: «Realmente no creo que exista; simplemente habrá a quien le guste mucho esta experiencia y a quien le guste poco. No sabría decir hasta qué punto es bueno realizar muchas campañas en este buque, pues son demasiados meses fuera de casa y lejos de la familia en fechas muy señaladas, aunque es cierto también que navegar por este agua tiene su atractivo y no es algo que pueda hacer todo el mundo». Y de los motivos que le impulsaron a solicitar este destino nos confiesa: «Los dos principales intereses que me movieron a solicitar este destino fueron el hecho de que realiza una campaña antártica y que es un buque que navega con regularidad. Creo que esta experiencia sí que está haciendo que se cumplan mis expectativas». Sobre la valoración de la campaña y aquello que más le ha impresionado, nos transmite que: «Lo que más me ha gustado ha sido el poder navegar entre «icebergs» y ver animales diferentes como los pingüinos, elefantes marinos, focas, etc; y lo que menos, pasar unas fiestas tan señaladas como las «Navidades» fuera de mi casa». Le preguntamos si considera que éste es un destino especialmente duro, y nos dice: «En ocasiones tenemos que trabajar contrarreloj debido a las especiales condiciones meteorológicas de la Antártida, que pasan de un día de sol a la «tormenta perfecta» en cuestión de minutos. Normalmente los periodos más exigentes son aquellos en los que damos apoyo a las bases ya que requiere un gran movimiento de carga en el buque y mucho personal participando a la vez». Y sobre la mayor aportación personal y profesional: «Ha supuesto una experiencia que posiblemente de otro modo no habría podido vivir. Por otro lado, he desarrollado funciones que en otro tipo de barco no me serían encomendadas, por ejemplo he tenido que hacer de proel en una embarcación no siendo de la especialidad de maniobra». Del recuerdo que guardará de esta campaña afirma: «Además de toda la experiencia en un lugar tan característico, el recuerdo más destacado es el de celebrar dos veces la Nochevieja, una en la base «Gabriel de Castilla» con el Ejército de Tierra, correspondiente a la medianoche en España, y otra en el buque con los compañeros en la medianoche de aquí». Y para finalizar este relato de carácter eminentemente humano le preguntamos si recomendaría esta experiencia a sus compañeros; y, sin pensarlo dos veces, nos dice: «Sí, sin dudarlo. Es una experiencia que todo el mundo debería poder vivir». Marinero (OSM) Sergio Vidal March.
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