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REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA 332

internacional perdidas, hay que convertir el miedo en esperanza. Y hoy tenemos una extraordinaria oportunidad para conseguirlo» insistió Filippo Grandi, Alto Comisionado para los Refugiados. El resultado de la Cumbre fue la aprobación de un documento —la Declaración de Nueva York— que, sin responder a las expectativas por no incluir medidas vinculantes, sí aporta intenciones políticas y fija una Hoja de Ruta con recomendaciones que se deben materializar en dos pactos que deberán adoptarse en una nueva Conferencia fijada para el 2018. Se establecen principios generales como la protección de los derechos humanos de los refugiados, el incremento del apoyo a los países que tienen más asilados (más de la mitad de los de los refugiados están acogidos en seis países, Turquía, Pakistán, Líbano, Irán, Etiopía, Kenia y Uganda), garantizar que los niños tengan acceso a la educación y reforzar las operaciones de búsqueda y rescate de inmigrantes. A corto plazo, se encomendó a ACNUR desarrollar un Marco Global de Atención a los Refugiados cuyas recomendaciones asumirán las naciones miembros de las Naciones Unidas. «No solo hay que fijar y asumir cuotas concretas de personas acogidas por cada Estado, sino también activar políticas de integración que dignifiquen su estancia y les proporcionen un trabajo y opciones de futuro» explicó Filippo Grandi. Una serie de compromisos sobre los que se incidió en la Cumbre sobre la Crisis de Refugiados que organizó veinticuatro horas después y de forma paralela a la Asamblea el presidente de Estados Unidos, Barack Obama. El objetivo de esta Cumbre —en la que participaron 52 países y una decena organizaciones civiles— era dar una respuesta lo más rápida posible a la situación generada por la guerra de Siria (desde que comenzó el conflicto en 2011, más de 12 millones de personas han tenido que dejar sus hogares en el país árabe) y la inestabilidad en la ribera sur del Mediterráneo. DECLARACIÓN El documento acordado en Nueva York sirvió también para acodar políticas comunes para hacer entender que el refugiado es una víctima, no una amenaza, y cómo erradicar las siempre peligrosas políticas populistas y xenófobas que están utilizando a los refugiados como abono para extenderse. Ellos son, para los extremistas, las causas de todo mal. Es evidente que delimitar unas cuotas de acogida y asumir los límites de cada país es una «patata caliente» muy compleja de gestionar y que, en tiempos de crisis económica y terrorismo internacional genera recelo, rechazo e incluso odio. En la Conferencia se incidió en cómo la situación en Oriente Próximo ha desatado un éxodo hacia los países vecinos y hacia Europa que ha colocado la gestión de los refugiados en el centro del debate político y ha impulsado el auge de los partidos populistas. Los países europeos coincidieron durante sus exposiciones en que la prioridad es «restaurar el orden» en las fronteras, conseguir unas condiciones dignas en los campamentos de tránsito y determinar unas cuotas asumibles de asilo para cada país de la Unión. El presidente del Consejo Europeo, Donadl Tusk, incidió en la importancia de conseguir acuerdos con los países emisores y de tránsito y enfocar así el problema desde el origen. También reconoció la preocupación del auge de la xenofobia en Europa. Para rebatir y demostrar lo absurdo de las teorías demonizadoras de los refugiados, Naciones Unidas presentó un informe elaborado por ACNUR y el Banco Mundial en el que se constataba cómo en un entorno favorable que otorgue derechos económicos a los refugiados, la llegada masiva de migrantes a un país puede tener efectos económicos positivos. El estudio fija en cuatro años la media de permanencia de los refugiados en los países de acogida hasta poder retornar a sus hogares y explica cómo en algunos casos se convierten en el motor para impulsar una economía. Los campos de refugiados suelen instalarse en zonas marginalizadas y fronterizas por lo que pueden llevar a convertirse en los epicentros del desarrollo regional. El campo de Dadaab en Kenia —el mayor del mundo con unos 400.000 refugiados, la mayoría somalíes— ha llegado a ser «un mercado con un poder adquisitivo relativamente sólido». El informe detalla también que Turquía, donde a finales de 2015 había 2.503.549 refugiados sirios (es el estado con mayor número Una niña siria ayuda a montar una tienda en un asentamiento de ACNUR en la frontera grecomacedonia el pasado mes de marzo. Armando Babani/EFE El radicalismo ha generado el mayor drama humano desde la II Guerra Mundial Octubre 2016 Revista Española de Defensa 43


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