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REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 860

diterráneo. Desechados los remos, las naos, los navíos, las goletas, los galeones, las fragatas y otros barcos de vela dominaron los mares. En el siglo XIX, los barcos de vapor relegaron a los de vela y desde las primeras fragatas acorazadas hasta los portaaviones y submarinos nucleares de hoy, las marinas de guerra con los mejores buques han conseguido imponer su dominio en los mares y controlar las líneas de comunicación marítima. Desde la primera Guerra Mundial (I GM) hasta los últimos enfrentamientos bélicos, las fuerzas aéreas dotadas con los aviones de combate de mejores características, con una logística adecuada y apoyados por los sistemas de mando y control eficaces han sido capaces de tener el dominio del aire o al menos la superioridad aérea esencial para alcanzar la victoria. LA DEFENSA EN EL PRÓXIMO DECENIO Aunque la evolución de las cosas de la guerra ha sido continua a través de la historia, fue en el siglo XX cuando se produjo un cambio dramático en las tácticas y estrategias empleadas en los conflictos bélicos. Incluso la palabra guerra fue prácticamente eliminada del lenguaje políticamente correcto. Además, la aparición del concepto de gestión de crisis ha servido para completar las tradicionales negociaciones diplomáticas en el intento de evitar que conflictos de diversos tipos puedan desembocar en guerras. Los ministerios de la Guerra de los comienzos del siglo XX han pasado a ser ministerios de Defensa y los planes de guerra de los estados mayores han sido sustituidos por los llamados planeamiento de defensa y planeamiento operativo. El dramático sufrimiento y la terrible destrucción causados por la segunda Guerra Mundial (II GM) junto a las consecuencias de la I GM cambiaron el panorama estratégico de Europa y del mundo. La fundación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1945 y la creación de otras organizaciones internacionales, que pretenden la resolución de los conflictos por métodos pacíficos, han tenido un efecto positivo en favor de la paz. Sin embargo, Organización de Naciones Unidas. de 1947 a 1991 durante los años de la llamada Guerra Fría, millones de personas perdieron sus vidas en conflictos regionales en los que en muchas ocasiones las superpotencias dirimían diferencias ideológicas y buscaban el control de territorios estratégica y económicamente importantes. Tras el colapso de la Unión Soviética muchos analistas pensaron que los Estados Unidos y sus aliados iban a ser capaces de establecer y mantener una nueva Pax Romana en el mundo. La aparición de potencias emergentes como la República Popular China y la India, la complejidad del panorama estratégico mundial y sobre todo los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 frustraron esa esperanza. Como consecuencia de los ataques en el corazón de los Estados Unidos y de muchos otros actos terroristas en Europa y en países de todo el mundo, se ha extendido la percepción de que la humanidad se enfrenta a amenazas a la seguridad que son muy diversas, difusas y multidireccionales. Para luchar contra la amenaza terrorista se ha desarrollado una lucha antiterrorista que no ha sido tan exitosa como sería deseable. Por otra parte, algunas organizaciones de defensa como el Pentágono estadounidense han identificado como nuevas amenazas a la seguridad la llamada crisis climática y la carencia de recursos básicos como los hidráulicos y los energéticos en grandes áreas del planeta. El calentamiento global es ya un peligro claro pues si no se consigue frenar, la inestabilidad global se verá exacerbada por la pérdida de cosechas y por la subida del nivel del mar lo que ocasionará millones de refugiados. Aunque el 4 de noviembre de 2016 entró en vigor el Acuerdo de París sobre Cambio Climático habrá que hacer un gran esfuerzo para alcanzar los objetivos marcados. En los próximos años se hará cada vez más necesario realizar un planeamiento de defensa que tenga en cuenta los retos globales a que se enfrenta la Humanidad y preste especial atención a los malos usos de los avances tecnológicos de todo tipo cuya aplicación práctica ya se vislumbra. También se deberán considerar en ese planeamiento la imparable carrera hacia la conquista del espacio y la posible evolución del uso de la energía nuclear, teniendo siempre en cuenta las oportunidades y riesgos que conlleva su desarrollo. La consideración de esas realidades es una necesidad para lograr tener una defensa adecuada que responda a las necesidades objetivas existentes en el segundo decenio del siglo XXI. Los Estados Unidos, China y la Unión Europea, si consigue superar la crisis, serán actores globales en un mundo multipolar en el que Rusia, la India, Indonesia, Japón, Brasil, REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Enero-Febrero 2017 9


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