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REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 861

Entrada principal ACAR Tablada. Foto Archivo ACAR Tablada. aspectos relacionados con la gestión de su seguridad laboral, se consiguen dos objetivos beneficiosos, no sólo la organización aprovecha el conocimiento y la experiencia de campo de las personas, sino que también fomenta la adhesión de esos individuos al proyecto común y promueve la identificación de los trabajadores con los objetivos de la organización. Incentivos: A priori, podría parecer que es una buena idea establecer un sistema de premios como estímulo positivo y generador de comportamientos, sin embargo, esta opción no está exenta de peligro, ya que podría producir ocultación de daños o mayor exposición a riesgos con objeto de demostrar artificialmente buenos resultados. Así ocurre, por ejemplo, con los pluses por peligrosidad que pueden llevar a una mayor permisividad frente a los accidentes. No obstante, los incentivos demuestran su eficacia cuando lo que se premia es la notificación de condiciones inseguras, ya que impulsan una actitud de vigilancia permanente frente a los riesgos laborales. Comunicación y retroalimentación: La integración de la prevención en el sistema general de gestión precisa un flujo de información multidireccional, que debe estimularse, en conjunción con el resto de herramientas mencionadas, de manera que se dote a los miembros de la organización de capacidad de informar eficazmente, así como de recibir directrices e información preventiva del resto de departamentos con los que pueda relacionarse. PARA MUESTRA: UN BOTÓN La Agrupación Acuartelamiento Aéreo de Tablada decidió en 2015 implantar un modelo integrador, con base en las directrices preventivas definidas por el Jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire, al objeto de avanzar un paso más hacia la plena fusión de la prevención en el sistema general de gestión de la Unidad. El camino emprendido perseguía, de esta manera, el fomento de la cultura preventiva en el conjunto de la organización. El concepto de partida, inspirado en la guía del Instituto de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), consistía en asignar un rol preventivo bien definido, con cometidos y funciones claramente establecidos, al mayor número posible de personas dentro de los distintos niveles de gestión. Así, en los sistemas productivos se creó la figura del Supervisor de Área en Prevención de Riesgos Laborales, con responsabilidades de gestión, supervisión y seguimiento de las condiciones de trabajo, proporcionándoles para ello un curso de nivel básico en prevención y unas herramientas administrativas de control y comunicación, consistentes en un conjunto documental de actas de estado inicial y periódicas, evaluaciones de los puestos, listados de equipos de protección por puesto de trabajo, comprobaciones de maquinaria y equipos, calendario de revisiones y remisión a la Oficina de prevención de la Unidad, junto con las instrucciones de actuación pertinentes. Además de en las áreas de producción, se integró la prevención en la coordinación con empresas ajenas a la Unidad, asignando responsabilidades preventivas de asesoramiento, control y ejecución a cada uno de los actores implicados en la coordinación de actividades empresariales: servicio de prevención, órgano de contratación, responsable del contrato, oficina de prevención y servicio de seguridad, de forma que el conjunto del sistema de gestión se viese concernido e involucrado en la prevención de riesgos. 224 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Marzo 2017


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