HISTORIA Del desarrollo de las obras tenemos abundante información sacada de las memorias y planos que Feringán remitía periódica y directamente al Marqués de la Ensenada, Zenón de Somodevilla (quién era, desde 1743, secretario de Marina e Indias, de Hacienda y de Guerra), dada la alta estima que éste le tenía al ingeniero, informándole del avance del proyecto de Arsenal y base naval. Se conservan nueve planos del periodo com-prendido entre 1751 y 1757. En el informe de 17 de agosto de 1751 (AGS, MPD-24-2) aparece la parte del cuartel (no el Pabellón) en rojo punteado, señal de que las obras habían comenzado. Este hecho parece corroborado por lo que comenta Ascencio de Morales en su “Representación o ynforme sobre las antigüedades de Cartagena” que dirige al ministro Carvajal en octubre de 1751: "...Para hazer completa esta obra, se construien otras dos, la primera un cuartel grande de Marina en el sitio que en el plan se denota con esta Q, a la parte interior de la muralla, en que estaban las casas llamadas de el Rey, el qual está ya tan adelantado que van a tomar las aguas. Es de mucha capacidad porque la idea es que lo alto sirva para la tropa, y la vaxo para recoger la gente forzada que siempre ha de haver en los travajos y fábricas...”. Feringán en el informe correspondiente a junio de 1753 reseña en relación al cuartel: “…tiene perfeccionada su grande escalera, hechas sus cocinas, lugares comunes al piso de la calle, y primero alto, y no se ha subido al tercer piso por que descanse la obra, pero usando del común del primero piso alto, y poniéndose los herrajes de puertas y ventanas y cocinas queda del todo habitable”. El “común” o los “lugares comunes” eran las letrinas, también llamados “lugares inmundos”. Las cocinas se pueden ver con detalle en el plano de la Ilustración 4, donde se aprecia que se proyectó una en cada una de las plantas baja y primera. Podemos observar asimismo la bóveda subterránea, señalada en el plano con una T (“Perfil de la construcción de la Vobeda por donde se ha de introducir el Mar con tres pies de agua en los lugares comunes”). Esa conducción de agua (que pasaba también por otros edificios como el Cuartel de Presidiarios y Esclavos) desembocaba en la dársena del puerto y se utilizaba para eliminar las aguas fecales. Para facilitar la evacuación las letrinas, tanto de la planta primera como de la segunda, se situa-ron justo encima del canal. Esa disposición alejaba asimismo las letrinas de las cocinas, lo que no era preci-samente habitual en los cuarteles de la época. El canal se aprovechó asimismo para instalar una fuente de agua salada en la fachada de levante del cuartel, dando a la Plaza del Rey. Ilustración 4. Perfil y vista interior del cuartel de Batallones. Feringán, 1750. AGS, MPD-14-21. En un estado de costes de las obras del Arsenal cerrado a 31 de diciembre de 1779 figuran los correspondientes a las obras de las cocinas del cuartel y que fueron de 25.745 reales y 22 maravedíes por 1578 jornales y ½. Rivas Fabal, (ver bibliografía), aunque sin citar ninguna fuente documental, da como fecha de ocupación del cuartel la del 1 de octubre de 1753. La fecha parece plausible dado que, si bien el cuartel no estaba acabado (de hecho su segundo piso no se construiría hasta 1793) el propio Feringán lo había dado por habitable en su informe del mes de agosto. Tenemos que tener en cuenta además que en el momento de ocupación del cuartel los dos Batallones cartageneros tenían embarcadas en total siete compañías, cinco el 6.º y dos el 7.º, por lo que las necesidades de alojamiento eran sólo de 5 compañías (el 40 % de la plantilla). La ocupación de los otros cuarteles del Cuerpo fue mucho más tardía, el de Dolores de Ferrol no fue ocupado hasta 1771, y el de San Carlos en la Isla de León comenzó a utilizarse, si bien de forma parcial, en 1794. En los informes remitidos por Feringán en años posteriores (1754 y 1757) no se aprecian nuevos adelantos en las obras, recordemos que quedaban sin construir el tercer piso y el Pabellón de oficiales. Una posible razón para ello fue que esta época coincidió con la construcción de los diques, grande y pequeño, del Arsenal que ocuparon mucho tiempo, dinero y mano de obra, al ser considerados prioritarios. En esta época se estaba construyendo también el Hospital Real. En 1757 se iniciaron las obras del trazado de la parte norte la calle de la Real Maestranza (la actual calle Real), desde la puerta del Arsenal hacia el barrio de San Roque. La parte sur, hacía el puerto, se había comenzado en 1751. La calle, de veintiséis toesas de ancho (unos 50 mts), separaba el Arsenal de la ciudad. De su proyecto se encargó asimismo Feringán. Para ello hubo que expropiar terrenos y casas y ejecutar las correspondientes demoliciones. De esta época proviene 24 BOLETÍN DE LA INFANTERÍA DE MARINA
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