Doble maqueta de la residencia real en el centro de la imagen y del espacio dedicado a su devenir, con una cronología al fondo. do se afincó y cobró fama en Toledo. De hecho, aquí murió en 1585. También a decir de crónicas antiguas y según comentan algunos guías, se le llegó a comparar con Leonardo, fallecido cuando Juanelo Turriano rondaba la veintena. LIGADO AL REY EMPERADOR Ambos austrias son también protagonistas en la sala. Con ellos, el alcázar gozó de esplendor y fama internacional. De hecho, si se le relaciona con una figura de forma reiterada es con Carlos I, cuya escultura preside el patio principal. Padre e hijo encarnan la etapa renacentista del palacio. Época de la que es parada obligada un maltrecho infanzón parte de la portada original del afamado arquitecto y escultor Alonso de Covarrubias. Antaño acceso principal del palacio y que hoy luce como en sus mejores tiempos. Sin embargo, la historia que cuentan las paredes y vitrinas de la sala comienza tiempo atrás, en época prerromana. En sus nuevos expositores —ahora verticales y transparentes, que dejan ver los centenarios muros del edificio para que éste cobre así un mayor protagonismo—, se muestran algunos hallazgos de las excavaciones antes citadas. Hay, sobretodo, restos de cerámicas medievales. Entre ellos destaca un caballito de cerámica vidriada de los siglos IX-X. Además, imágenes, uniformes y otros fondos transportan también al visitante a épocas más próximas, como el reinado de Carlos III, presente a través de un escudo real, medallas y grabados. La fotografía, por su parte, recuerda al espectador los incendios del siglo XIX, esos que obligaron a cambiar el esqueleto de sus torreones, y a los primeros años de la centuria siguiente. Aquí el primer apunte recoge la época de Alfonso XIII, aunque el devenir del alcázar en la pasada centuria quedaría marcado por su concurso en la Guerra Civil. El asedio sufrido en el primer año del conflicto queda expuesto a través de objetos diversos. Todos son testigos de lo acaecido dentro y fuera del recinto. Tal es el caso de sus equipos de transmisiones, que conectaban a los sitiados con lo acontecido en el exterior. GENTES ANÓNIMAS Y DE PRESTIGIO Otras piezas que ponen rostro a quienes participaron en el sitio, como el aún coronel y gobernador militar de la plaza Moscardó; o tuvieron alguna cuita durante el mismo, por ejemplo, el general Vicente Rojo, que llegó a ser jefe del Estado Mayor del Ejército republicano. A buen seguro, habrá quien no pueda evitar que su mirada se centre en su motocicleta Harley de 1935 o en la multicopista con la que hacían la hoja informativa del asedio, germen del diario Alcázar, o que descubra que, durante un tiempo, se pensó en no rehabilitar el edificio. El mismo que ahora cuenta con un esplendor análogo al de sus años más dorados. E. P. M. Fotos: Hélène Gicquel Este área recorre la existencia del inmueble a partir de restos arqueológicos hallados en sus cimientos. Marzo 2017 Revista Española de Defensa 61
REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA 337
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