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nos, cuantos aviadores habilitados había, cuantas escuelas militares de aviación o se pensaba inaugurar en breve plazo, cuantos pilotos militares estaba previsto formar, organización existente o probable ¿batallones, compañías o secciones?, ¿los aeroplanos se manufacturan en España o son comprados en el extranjero y que tipo se prefiere?, la información sobre dirigibles será también agradecida15. Trasladada la petición del War Office a la CEM, el día 30 de enero el coronel Julio Rodríguez Mourelo firmó por autorización El trágico final de Bayo, la nueva situación que se creaba y afectaba a los miembros del Servicio de Aeronáutica unido a la impresión causada en las altas esferas, motivó que algo se moviera en el Gobierno > El Presidente del Consejo de Ministros, José Canalejas y el Ministro de la Guerra, Agustín Luque, fotografiados en la entrada principal de Palacio en la época en que se tramitó la creación del Servicio del General Presidente de la Comisión (Banús), una correcta y mesurada contestación en la que, en realidad, no facilitaba dato alguno que pudiera ser útil al Ejército inglés. A primeros de marzo de 1912, Vives envió a su Jefatura un escrito, incluyendo una memoria y presupuesto, que es excelente fuente de información sobre el material de vuelo, en ese momento disponible, así como su coste expresado en pesetas de la época. Pero es que, además, informaba de que “con los aeroplanos Farman existentes en Cuatro Vientos, los ofrecidos por la casa Bristol y los que ya están adquiridos y en período de recepción, se reunían los elementos suficientes, por lo que se refiere al material, para formar una escuadrilla que pudiera emplearse en el Norte de África ó donde conviniera en plazo breve”. Fue la primera vez que Vives, dispuesta la fuerza, adquirido el material y denotando cierta premura, planteó la posibilidad de pasar a una acción destinada a probar la utilidad de los aeroplanos militares españoles en un conflicto armado, precisamente en un momento en el que Vives no podía ignorar que los italianos, en la campaña de Libia, en el mes de octubre de 1911, habían desplegado dos escuadrillas, la primera en Tripolitania y la segunda en Cirenaica, con dos globos Draken, los dirigibles P-2 y P-3 y una docena de aeroplanos Blériot, Nieuport, Farman, Etrich y Asteria , habiendo lanzado bombas de pricato de potasio (no específicas de aviación pero bombas al fin y al cabo) sobre concentraciones enemigas17. Es probable que estos hechos, ampliamente divulgados por la prensa de la época, se convirtieran en una referencia para Vives estimulando su interés e impaciencia por acelerar el proyecto de creación de una aviación militar, que debía culminar con la demostración práctica de su efectividad. El día 11 de abril de1912, el Subsecretario de Estado remitió un escrito al Ministerio de la Guerra, advirtiendo de que España había sido invitada a participar en un próxima asamblea para tratar la Aerostación científica, que se reuniría en Austria. A tal efecto el Subsecretario proponía que la representación española estuviera compuesta por el coronel Vives y Vich, de Guadalajara, y el Director del Observatorio Meteorológico de Madrid, don José Galbis. Vives no faltó a esta cita a finales del mes mayo en Viena. También en el mes de abril, el Alcalde constitucional de Toledo organizó un homenaje al gran precursor de los menos pesados, Bartholomeu Lorenzo de Gusmao, que falleció en el Hospital de la Misericordia de la imperial ciudad el día 19 de noviembre de 1724 y se encontraba enterrado en la Iglesia de San Román. El servicio de aeronáutica fue invitado al acto y no carecía de lógica la iniciativa del Alcalde al estimar que en el homenaje, celebrado el día 5 de junio, la participación de algún globo o aeroplano del Servicio de Aeronáutica evolucionando sobre Toledo, le hubiera dado mayor brillantez y sentido al acto pero, como consta en la contestación oficial18, no pudo ser “por hallarse los oficiales en prácticas y parte del material en Melilla”. Vives no pudo asistir porque se encontraba en Viena. El día 9 de abril, se produjo el segundo accidente de cierta gravedad ocurrido en la Escuela. El teniente de Ingenieros Emilio Jiménez Millas19 se estrelló, quedando el aeroplano destrozado y él con heridas de pronóstico reservado de las que, afortunadamente, tras dos semanas internado en el Hospital Militar de Carabanchel, salió restablecido. Con estos problemas, la Escuela siguió funcionando hasta que, en el mes de junio, se produjeron otros aconteci- 12 de Aviación Militar. (Foto prensa gráfica de la época)


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