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uno sea de carácter táctico; otro, estratégico, y otro, topográfico, dentro de lo que permitan las circunstancias y los elementos de que se dispone. Desgraciadamente el 26 de enero de 1914 un miembro de esta Promoción, el teniente de la Guardia Civil, Máximo Ramos Martínez, sufrió un accidente cuando se dirigía a aterrizar en el aeródromo de Cuatro Vientos, donde estaba realizando vuelos de perfeccionamiento. Había despegado alrededor de las 11,30 horas pilotando un Bristol Boxkite con motor Gnome de 80 cv y media hora después se preparaba para regresar al campo mediante un planeo con motor parado pero al bajar a una altura de 50 metros observó que el aeroplano descendía de manera muy pronunciada. Cuando intentó poner en marcha el motor el aparato entró en pérdida y entrando en un picado casi vertical se estrelló contra el suelo muriendo prácticamente en el acto. Considerado uno de de los mejores pilotos de su Promoción, sería la segunda víctima de la Aviación Militar, después del capitán Celestino Bayo Lucía muerto en 1912 y el primer aviador de esta Escuela del Campo del Ángel fallecido en accidente aéreo. Máximo Ramos había nacido en la localidad portuguesa de Viana do Castelo el 13 de junio de 1886 e ingresó en el Ejército español en 1903. Estaba destinado en la Comandancia del Norte de la Guardia Civil y en comisión, como piloto en la Escuela de Aviación de Cuatro Vientos. Al día siguiente se celebró su entierro que fue presidido por el Presidente del Gobierno, Eduardo Dato, acompañado por el Ministro de la Guerra y gran número de autoridades civiles y militares y compañeros, figurando entre estos últimos el piloto francés Jean Mauvais. Su padre, general Ramos Orcajo, consejero del Consejo Supremo de Guerra y Marina aceptó que se le diese sepultura junto al capitán Celestino Bayo en el Cementerio de Carabanchel. Como consecuencia de este accidente se ordenó que tanto los pilotos como otros posibles tripulantes fueran atados durante el vuelo a sus asientos respectivos. El Coronel Jefe de la Aeronáutica Militar, coronel Vives, presentó en el verano de 1915 al Ministro de la Guerra un Plan de Enseñanza, según el cual y en lo sucesivo se deberían seguir los futuros Cursos de formación de pilotos. Dicho programa fue aprobado por un Real Decreto de 13 de agosto y cuyo contenido de forma resumida fue el siguiente: 186


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