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acudir siempre que se movilice la Unidad a la que estén afectos y a cubrir las vacantes que ocurran en la plantilla, cuando no haya voluntarios en condiciones para las que se produzcan. Pertenecen a la situación C) Los Jefes y Oficiales, que poseyendo aptitudes para algunos servicios aéreos, utilizables en caso de guerra, no sean de bastante utilidad en paz o prefieran, por circunstancias morales o físicas, no pertenecer a ninguna de las dos situaciones anteriores. • Emblemas Los Emblemas serán los reglamentarios en la actualidad, creándose, además, una Insignia de de Observador de aeroplano, consistente en una estrella dorada de cinco Puntas, inscrita en el círculo rojo central del Emblema de Aeronáutica Militar. De Real Orden lo digo a V.E. para su conocimiento y demás efectos. Dios guarde a V.E. muchos años. Madrid, 17 de septiembre de 1920 Vizconde de Eza Para cooperar al estudio de la línea aérea que se pretendía establecer entre España y Francia, pasando por Pamplona, en los primeros días de octubre de 1920 se celebraron unas maniobras militares, de cuatro días de duración, que tuvieron lugar sobre la ciudad riojana de Alfaro y en las que participaron siete aviones de reconocimiento De Havilland DH-4 y Avro- 504K. Los pilotos participantes fueron Julio Antón, Rafael Baquera, Francisco Bustamante, Pedro González, Joaquín González Gallarza, Eduardo Lasterra, Vicente Linares y Vicente Roa, todos ellos procedentes de los aeródromos de Cuatro Vientos y del Campo del Ángel de Alcalá, que se concentraron en el de Zaragoza, a donde también llegarían los aeroplanos tripulados por Felipe Matanza y Joaquín Pardo, antes de dirigirse a volar sobre Alfaro. En esta localidad estuvieron realizando ejercicios y prácticas de bombardeo y observación y en el último día efectuaron una exhibición aérea que fue presenciada por miles de personas procedentes de todos los pueblos próximos de la Rioja. Al finalizar las exhibiciones los aviones regresaron a sus aeródromos de partida sin incidencia alguna, a pesar que tuvieron que tomar tierra cada treinta kilómetros, en campos no preparados, para apoyar el estudio de la ya mencionada línea aérea hispano francesa. Pero según una Orden de la Dirección de Aeronáutica de 11 de junio de 1921, quedaba disuelta la Escuela de Aviación de Alcalá de Henares, si bien continuaba activo el aeródromo, razón por la cual cesaba en el mando de dicha Escuela el ahora ya comandante Palanca Martínez-Fortún. Sin embargo en el mes de julio de 1921 dicha Escuela participaría en una conmemoración de carácter nacional, con ocasión de los actos que se celebraron por el traslado a la catedral de Burgos de los restos de Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid Campeador, desde el cercano Monasterio de San Pedro de Cardeña y por las fiestas del Centenario de su catedral, actos que serían presididos por la Familia Real. A estos efectos se formó en Madrid una escuadrilla integrada por varias patrullas compuestas de diverso material aéreo con la finalidad de cooperar al mayor realce de las citadas fiestas. Una de de las patrullas era procedente del aeródromo del Campo del Ángel de Alcalá formada por tres aviones De Havilland DH.6 pilotados por los tenientes Andrés Grima, Juan Bono y José Luis Ureta; de Cuatro Vientos saldría otra con aeroplanos De Havilland DH.9 en la que figuraban los pilotos, capitanes Antonio Ferreiro, Luis Moreno Abella, Julio García de Cáceres y Luis Sousa y los tenientes Rafael Botana y José Díaz de Lecea y el sargento Julio Antón. A este festival aéreo se sumarían otros notables aviadores que no estaban destinados en unidades aéreas, como el comandante Alfredo Kindelán y entre otros los capitanes Llorente, Matanza, Delgado Brakembury, Mariano Barberán, Joaquín González Gallarza, etc. Todos los aviones realizaron el vuelo con total normalidad y tras aterrizar en el aeródromo burgalés de Gamonal y después de ser repostados volvieron a despegar para sobrevolar la capital para efectuar una serie de maniobras y acrobacias en todas las direcciones que impresionarían a los ciudadanos, que atónitos estuvieron contemplando la pericia de nuestros aviadores y la calidad del material aéreo. El propio D. Alfonso XIII felicitaría al general Echagüe por la pericia demostrada por los pilotos. Después de dar varios bautismos del aire a los burgaleses, todos los aviadores y aviones participaron en la Copa de Burgos que ofrecía el Ayuntamiento de la ciudad y que ganaría aquél que invirtiese menos tiempo en una prueba consistente en efectuar un vuelo de ida y vuelta hasta Vitoria, repostar y volar hasta Palencia con aterrizaje final en el aeródromo burgalés de Gamonal. El ganador sería aquél que invirtiese menor tiempo total. Al finalizar y cuando los aviadores esperaban conocer el resultado, el general Echagüe se dirigió a los aviadores con estas palabras: En Marruecos se ha perdido Anual. Deben prepararse de inmediato para emprender el vuelo a Melilla con todos los aviones disponibles. Cuando finalizaba el año 1922 el aeródromo del Campo del Ángel como sede de la primera unidad aérea no especializada en el área de la enseñanza de vuelo, tras haberse creado el Grupo de Reconocimiento de la Escuadra Aérea de Madrid. Éste estaba compuesto por tres escuadrillas, dos equipadas por aviones De Havilland DH.9 desplegadas en Cuatro Vientos y la tercera por aviones Ansaldo.300, con motor Fiat de 300 cv y capaz de alcanzar los 195 kilómetros por hora, que fue estacionada en el aeródromo Campo del Ángel de Alcalá de Henares. En esas fechas se había hecho cargo del mando del aeródromo el capitán José Legórburu Domínguez, Sin embargo en el verano de 1924, las tres unidades, al ser ubicada la sede del citado Grupo Aéreo en Getafe, pasarían a incorporarse a este campo. LA LLEGADA DEL GENERAL SORIANO Cuando en enero de 1924 el coronel Jorge Soriano Escudero fue nombrado Jefe de la Sección de Aeronáutica, al haber pasado a la reserva por edad el general Echagüe, se produciría un notable cambio en la enseñanza de los pilotos militares, al serla confiada a escuelas civiles como resultado de un concurso celebrado en tiempos de su antecesor. La formación aeronáutica de los oficiales aviadores pasó a realizarse en el aeródromo de Albacete por la Compañía Española 192 El Laureado Capitán Félix Ramírez.


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