Salvador Calderón Madrigal apelación de los delitos que hacen desmerecer a los Oficiales y Cadetes que incurran en ellos de la alternativa de sus compañeros». Si bien este tema lo tratamos en profundidad en otro lugar7, baste poner aquí de manifiesto que con la institución se trataba de armonizar la vivencia de valores en la milicia, tanto por parte de los militares de antigua procedencia nobiliaria como de los nuevos de clara extracción burguesa e incluso campesina. El Decreto de 17 de agosto de 1811 proclamó el libre acceso para ser admiti-dos honrados», con la indudable pretensión de terminar con la exclusividad de la nobiliaria en el acceso a la carrera militar. Suprimía, en consecuencia, las pruebas de nobleza (de sangre y de privilegio) que anteriormente se precisaban para acceder a la oficialidad. El Decreto de 31 de agosto de 1811 creaba la Orden Militar de San Fernando, a la que, rompiendo moldes de corte estamental, tenía acceso «todo militar o marino de guerra, cual-quiera acreedor a ella», que venía a eliminar todo privilegio en razón del origen o la graduación. Los Decretos de 14 de febrero y 25 de agosto del mismo año suprimieron el fuero militar privilegiado otorgando a las audiencias territoriales el conocimiento de los delitos de traición. La incidencia en la idea de una jurisdicción castrense en cuanto necesaria a la particular con-figuración 16 de octubre, que devolvía a la jurisdicción militar «el conocimiento del delito de trato de infidencia de espías o de otra forma que ofenda y ataque directamente los medios de defensa y ofenda e inutilice los esfuerzos de las armas en los ejércitos y Plazas»8. aspectos muy concretos en el objetivo global de la transformación política de la institución. Lo que se buscaba, en definitiva, y dado que la Revo-lución conformación definitiva de esa «fuerza armada» con arreglo a los nuevos parámetros; esto es, la culminación de una constitución militar con funda-mento mismas, sino que buscaron el auxilio o la cooperación de distintas institu- 198 en los colegios militares de mar y tierra «a todos los hijos de españoles que fuese su graduación, desde soldado hasta general que se hiciese y finalidad de la institución, quedaba reflejada en el Decreto de Pero estas disposiciones no suponen más que pequeñas pinceladas en de Cádiz fue protagonizada por una burguesía intelectual, era la y base en los principios de la Constitución política del Estado. Para la consecución de este objetivo no se encerraron las Cortes en sí 7 Calderón Madrigal, Salvador, «Los tribunales de honor en el ámbito militar: ante-cedentes históricos», Cuaderno práctico 2, Escuela Militar de Estudios Jurídicos, septiem-bre- diciembre 2009, pp. 6-28. 8 Estas disposiciones están contenidas en la Colección de Decretos y Órdenes gene-rales de las Cortes de Cádiz, Madrid, Cortes Generales, 175 aniversario de la Constitución Revista Española de Derecho Militar. Núm. 105, enero-junio 2016 de 1812, 1987.
REVISTA ESPAÑOLA DE DERECHO MILITAR 105
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