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104 PIERRE LIERNEUX fluencia difusa. La iniciativa tomada por los comandantes de las bandes d’ordonnance y luego por los tercios, la oportunidad financiera que representaba la compra de telas a bajo precio y el sistema de asientos permiten comprender que la generalización de algunos colores escogidos en los mismos regimientos fue muy anterior a la creación de un ejército nacional. Parece haber sido un fenómeno precoz en España. Se observa que en la expedición a los Países Bajos de 1567, y durante el reino de Felipe III (1598-1621), la infantería de los tercios presentaba las características que se han descrito para otras naciones europeas un cuarto de siglo más tarde. Se realizaron encargos de casacas de distintos colores, según las compañías de un mismo tercio 46 e incluso tercios enteramente equipados de un mismo color. Entre los casos más conocidos se pueden citar el “Tercio de los sacristanes”, todos vestidos de negro (c. 1580) y el del “Tercio de los almidonados”, compuesto por los soldados de Pedro de Paz, cuyo nombre alude a sus golillas magníficamente almidonadas y planchadas47. La historiografía antigua hace hincapié en la precocidad de la homogeneización de los colores en el ejército español. El general Bradin sostiene esta teoría en la “Alegre entrada en Bruselas” del futuro Felipe II (1549), se trataba de una iniciativa de los “belgas”.48 El abad de Brantôme citaba el ejemplo de los soldados de la compañía del general Barthélemy Alviano, en la batalla de Agnadel (1509), en la que iban vestidos con los colores de la Casa Real. Esta costumbre quiso generalizarla el Cardenal Cisneros, regente de Castilla y uno de los precursores de la organización del ejército territorial español49. La escasez de las fuentes a este respecto, no permite confirmar ni rechazar esta aserción, pero ¿se puede hablar realmente de innovación? A partir de 1482, Inglaterra pretende utilizar regularmente la tela roja en la Yeomanry, así como en 1461, en las tropas enviadas a Warwick como refuerzo al ejército o en las tropas enviadas de Canterbury à Calais en 1470. Asimismo, en la batalla de San Quintín, en 1557, un cuerpo entero de 7.000 ingleses habría vestido casacas azules50. 46  R. QUATREFAGES, Los Tercios, Madrid, 1983, pp. 196-201. 47  Cfr A. VAZQUEZ, Los sucesos en Flandes y Francia del tiempo de Alejandro Farnese, in Colección de documentos inéditos para la Historia de España t. LXXIII, Madrid, 1879, p. 323. 48 Ver, por ejemplo, E.A. BARDIN, Dictionnaire de l’armée de recherches historiques sur l’art et les usages militaires des Anciens et des Modernes, París, 1841, p. 5156; M.G. GONZALES; El Ejército y la Armada…, p. 54; Rouen, L’armée belge. Exposé historique, Bruselas, (1896), p. 234. 49  Cfr M.G. GONZALES, El Ejército y la Armada desde la Antgüedad hasta 1862…, p. 54. 50  Cfr M.Y. CARMAN, British military Uniforms from contemporary Pictures, Londres, Léonard Hill Ltd, 1957, pp. 4-5; E.A. BARDIN, Dictionnaire de l’armée de terre…, p. 5154. Revista de Historia Militar, 121 (2017), pp. 104-136. ISSN: 0482-5748


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